La petrolera estatal brasileña Petrobras anunció este lunes 20 de octubre de 2025 que obtuvo la autorización del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para iniciar exploraciones petroleras en aguas profundas cerca de la desembocadura del río Amazonas. El proyecto se ubicará a aproximadamente 500 kilómetros del delta del caudaloso río y a 175 kilómetros de la costa del estado de Amapá.

La agencia reguladora ambiental brasileña Ibama aprobó la perforación de un pozo exploratorio en el denominado Margen Ecuatorial, una zona que había generado controversia entre ambientalistas desde que el proyecto fue presentado inicialmente.

Según informó Petrobras, las perforaciones comenzarán de forma “inmediata” y tendrán una duración estimada de cinco meses. El potencial de estos nuevos yacimientos es considerable, con reservas calculadas en aproximadamente 10.000 millones de barriles de petróleo.

La decisión marca un cambio respecto a 2023, cuando Ibama había denegado una licencia de exploración a Petrobras. En aquella ocasión, la agencia argumentó que la compañía no había presentado las garantías necesarias para proteger la fauna marina en caso de producirse un derrame de petróleo.

La autorización llega apenas días antes de que Brasil acoja la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), programada para realizarse en Belém, ciudad amazónica, entre el 10 y el 21 de noviembre. Esta coincidencia temporal ha intensificado las críticas de organizaciones ambientalistas, quienes consideran contradictorio que el país anfitrión de la cumbre climática mundial impulse nuevos proyectos de exploración de combustibles fósiles.

Brasil busca posicionarse como líder en la lucha contra el cambio climático, lo que hace que esta decisión parezca paradójica para algunos observadores internacionales.

Frente a las críticas de grupos ambientalistas, el presidente Lula ha defendido el proyecto argumentando que la extracción de hidrocarburos resulta necesaria para financiar la transición hacia energías limpias. Esta postura refleja el dilema que enfrentan varios países en desarrollo entre sus necesidades económicas inmediatas y los compromisos climáticos de largo plazo.

Brasil se consolidó como el mayor productor de petróleo de América Latina, alcanzando 3,4 millones de barriles diarios durante 2024. Sin embargo, el país mantiene una matriz energética relativamente limpia, con aproximadamente la mitad de su energía proveniente de fuentes renovables.

La decisión de avanzar con la exploración en el Margen Ecuatorial representa la apertura de una nueva frontera petrolera para Brasil, en una zona que hasta ahora permanecía inexplorada. El proyecto ha generado un intenso debate sobre el equilibrio entre desarrollo económico y protección ambiental, particularmente en una región de alta sensibilidad ecológica como la desembocadura del río Amazonas.

Con información de dw