Después de más de dos años de cautiverio, 20 rehenes israelíes regresaron este lunes a su país como parte de un acuerdo de tregua entre Israel y Hamás, mediado por Estados Unidos y respaldado por varios países árabes. El intercambio incluye la liberación de los cuerpos de 28 secuestrados fallecidos y la excarcelación por parte de Israel de 250 prisioneros palestinos condenados por atentados, además de 1.718 gazatíes detenidos desde el ataque del 7 de octubre de 2023.

La Cruz Roja Internacional confirmó que el primer grupo de siete rehenes fue entregado por Hamás alrededor de las ocho de la mañana, seguido por otros trece poco después. Todos fueron trasladados a la base militar de Reim, cerca de la frontera con Gaza, donde recibieron atención médica inicial antes de reencontrarse con sus familias.

“Las Brigadas Al Qassam y la resistencia en la Franja de Gaza liberan a 20 prisioneros retenidos por la resistencia como parte de las medidas para implementar la primera fase del plan de Trump para detener la guerra en la Franja de Gaza”, anunció el brazo armado de Hamás en un comunicado.

El presidente estadounidense Donald Trump, artífice del plan de tregua, aseguró desde el Air Force One que “la guerra ha acabado” y adelantó que ofrecerá un discurso ante la Knéset durante su escala en Israel, antes de participar en la cumbre de Sharm El Sheij, en Egipto, donde se abordará el futuro de Gaza y la estabilidad regional.

Los rehenes liberados —entre ellos Eitan Mor, Alon Ohel, los gemelos Ziv y Gali Berman, Guy Gilboa-Dalal, Matan Angrest y Omri Miran— fueron recibidos entre aplausos y lágrimas por miles de israelíes en la Plaza de los Secuestrados en Tel Aviv. “Ahora es el momento de mirar hacia adelante y por eso el pueblo de Israel debe estar unido”, declaró Dani Miran, padre de uno de los liberados, tras más de dos años de intensa campaña por la libertad de su hijo.

Los hospitales Belinson, Sheba e Ijilov se prepararon durante días para recibir a los rehenes y brindarles atención psicológica y médica integral. Según fuentes sanitarias, el objetivo es “restaurar su bienestar físico y emocional y devolverles el control y la privacidad que perdieron durante su cautiverio”.

El acuerdo también contempla la retirada parcial del ejército israelí de la Franja de Gaza, un paso que marca el inicio de la fase de implementación del plan de paz promovido por Washington. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no asistirá a la cumbre en Egipto por motivos de agenda, aunque su oficina confirmó que Israel “seguirá comprometido con la recuperación de todos los ciudadanos desaparecidos y la seguridad nacional”.

En la Plaza de los Secuestrados, miles de personas esperaron durante horas la llegada de los autobuses con los liberados, en un ambiente de esperanza y alivio colectivo. “Las familias merecen vivir este momento tras tanto sufrimiento, pero también Israel necesitaba un poco de alegría y calma”, expresó Anat, una voluntaria que ha acompañado a los familiares de las víctimas desde el inicio de la crisis.

La liberación de los rehenes marca un punto de inflexión en el conflicto más prolongado entre Israel y Hamás en décadas, y abre la puerta a una posible desescalada regional después de meses de devastación en Gaza y una profunda crisis humanitaria que ha dejado miles de muertos y desplazados.