El ejército de Israel puso en marcha un amplio operativo médico, militar y logístico para recibir este lunes a los rehenes que se espera sean liberados por Hamás, tras intensas negociaciones mediadas por la Cruz Roja Internacional. El plan contempla protocolos diferenciados para sobrevivientes y para los cuerpos de quienes hayan fallecido durante el cautiverio en Gaza.

El punto central de recepción será la base militar de Re’im, en el sur de Israel, donde se han realizado inspecciones y simulacros en los últimos días. Allí, el ejército instaló 24 habitaciones totalmente equipadas, con capacidad para recibir de manera simultánea a hasta 20 rehenes vivos, según medios locales.

Protocolo de atención y traslado

El proceso se activará una vez los rehenes sean entregados a la Cruz Roja Internacional, que actuará como intermediaria entre Hamás y una unidad especial del ejército israelí dentro de Gaza. Posteriormente, los liberados serán trasladados al complejo de Re’im, donde se llevará a cabo la primera evaluación médica y psicológica.

Aquellos en estado crítico serán evacuados directamente por helicóptero al Centro Médico Soroka, en Be’er Sheva, mientras que quienes se encuentren estables viajarán por tierra hasta Re’im y luego serán distribuidos entre tres hospitales principales: Ichilov, Sheba y Beilinson.

El operativo también incluye un protocolo para el reencuentro familiar, cuidadosamente diseñado para minimizar el trauma emocional. Los consejeros del ejército recomendaron que los niños esperen en los hospitales y no en la base militar, con el fin de que los reencuentros se den en un entorno más seguro y menos estresante.

Además, se ha dispuesto ropa limpia, sillas de ruedas, muletas y kits de emergencia médica, así como un equipo de salud mental especializado que acompañará a los liberados durante sus primeras horas de libertad.

Ceremonias discretas para los fallecidos

El protocolo israelí también contempla la posible recepción de rehenes fallecidos. En estos casos, los cuerpos serán revisados por unidades de ingeniería para descartar la presencia de explosivos antes de ser entregados a las autoridades forenses.

Cada cuerpo será cubierto con una bandera israelí y recibirá una ceremonia militar discreta en Re’im, donde un rabino recitará salmos y se rendirán honores. Posteriormente, los restos serán trasladados al Instituto Forense Abu Kabir, en Tel Aviv, para su identificación oficial.

Sin actos públicos

Como parte del acuerdo alcanzado, no se permitirán ceremonias públicas de liberación ni declaraciones políticas por parte de Hamás. Israel busca mantener el proceso bajo estricta reserva y control militar, priorizando la seguridad y el bienestar de los rehenes.

A pesar del meticuloso plan, las autoridades reconocen que el estado físico y emocional de los liberados es incierto tras meses de cautiverio en condiciones extremas. Por ello, el operativo se ha diseñado con enfoque humanitario, combinando asistencia médica inmediata, apoyo psicológico y acompañamiento familiar.