La Casa Blanca advirtió este miércoles que son “inminentes” los despidos de trabajadores públicos como consecuencia del cierre del Gobierno federal de Estados Unidos, iniciado el 1 de octubre de 2025 tras el fracaso de las negociaciones presupuestarias entre republicanos y demócratas en el Congreso.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó en rueda de prensa que “consideramos que los despidos son inminentes. Lamentablemente, son una consecuencia de la paralización del Gobierno”. Leavitt responsabilizó a los demócratas del cierre federal.

Por su parte, Russell Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto, indicó en una llamada con periodistas que la medida podría adoptarse en “dos días”. Sin embargo, al ser consultada sobre una fecha exacta y el volumen aproximado de despidos, Leavitt señaló que no podía brindar más detalles en ese momento.

En línea con el objetivo de la Administración de Donald Trump de reducir el tamaño de la administración federal, la Oficina de Gestión y Presupuesto envió días atrás un memorando ordenando a las distintas agencias identificar programas clasificados como no esenciales para activar despidos si la paralización se prolonga.

El Senado tumbó este miércoles dos propuestas presupuestarias presentadas respectivamente por demócratas y republicanos para intentar levantar el cierre parcial del Gobierno, evidenciando el punto muerto político que mantiene paralizada la administración federal.

La Administración Trump acusó a los demócratas de bloquear el acuerdo presupuestario al exigir incrementar partidas y subsidios en sanidad. Según la Casa Blanca, los demócratas pretenden ofrecer atención sanitaria gratuita a “inmigrantes ilegales”, condición que rechazan para aprobar el presupuesto que reabriría el Gobierno.

Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, aproximadamente 750.000 empleados federales considerados no esenciales han sido suspendidos temporalmente de empleo y sueldo con motivo del cierre del Gobierno.

Adicionalmente, algo más de 1,5 millones de funcionarios, incluyendo miembros de las fuerzas de seguridad y controladores aéreos, continúan trabajando, aunque no percibirán sus salarios hasta que se resuelva la paralización administrativa.

Los cierres del Gobierno federal estadounidense ocurren cuando el Congreso no aprueba a tiempo el presupuesto necesario para financiar las operaciones federales. Esta situación requiere el consenso entre ambas cámaras legislativas y, en este caso, evidencia la profunda división política entre republicanos y demócratas sobre las prioridades presupuestarias.

La paralización afecta diversos servicios gubernamentales, aunque las funciones consideradas esenciales para la seguridad nacional y la protección ciudadana continúan operando, aunque sin garantía de pago inmediato para sus trabajadores.

Con información de dw