La falla geológica de Boconó es la que pasa por Mene Grande, en Venezuela, y su desplazamiento sería la causa de los temblores que se han registrado en las últimas horas en Colombia.

Este importante accidente geológico del occidente venezolano se extiende por más de 500 kilómetros en dirección suroeste-noreste. Es una falla de rumbo con movimiento dextral (deslizamiento hacia la derecha) y tiene una fuerte expresión topográfica a lo largo de su extensión. La falla de Boconó atraviesa la cordillera de Mérida y controla varias formaciones geológicas en la región, incluyendo la zona alrededor de Mene Grande.

Esta falla forma parte del límite tectónico activo entre la placa del Caribe y la placa Sudamericana, siendo una de las fallas más importantes de Venezuela en términos de actividad sísmica y riesgo de terremotos.

El segmento de la falla de Boconó que afecta Mene Grande es parte de un sistema complejo de fallas con ramificaciones en el occidente venezolano. Aunque la falla de Boconó se extiende aproximadamente 550 km desde el Táchira al noreste hasta el estado Carabobo, es en su porción andina y fronteriza donde se encuentran varios segmentos activos que incluyen la zona de Mene Grande.

Estudios geológicos indican que la falla presenta una segmentación con tramos o segmentos que varían en su comportamiento y actividad. En el área cercana a Mene Grande, la falla de Boconó exhibe una traza principal con movimientos de deslizamiento dextral y está relacionada con fallas secundarias que también afectan la región.

Esta zona es un punto donde la falla controla formaciones geológicas y domina la tectónica local, generando además la actividad sísmica registrada recientemente. Sin embargo, no se menciona un nombre específico para el segmento de la falla que atraviesa Mene Grande; se sabe que forma parte del sistema principal y podría estar vinculada a los segmentos que afectan la zona fronteriza y occidental de Venezuela en su paso por el estado Zulia.

El historial sísmico reciente en Mene Grande y sus alrededores, estado Zulia, muestra una notable actividad entre diciembre de 2024 y septiembre de 2025, con varios movimientos sísmicos importantes.

El evento más significativo ocurrió el 24 de septiembre de 2025 con un sismo de magnitud 6.3 a una profundidad superficial de aproximadamente 7.8 kilómetros, con epicentro en Mene Grande. Este movimiento fue precedido por sismos de magnitud 3.9 y 5.4 en la misma zona, además de múltiples réplicas con magnitudes entre 3.5 y 4.9. Estos temblores causaron daños materiales en viviendas, infraestructuras como el Instituto San José en Lagunillas, y la Iglesia Santa Bárbara en Maracaibo, además de desprendimientos en estanterías y cortes eléctricos. En la vecina Colombia, también se sintieron con intensidad en ciudades como Cúcuta, Bucaramanga y Barranquilla, redoblando la alarma.

Desde la tarde del 24 de septiembre de 2025 hasta el día siguiente, se han registrado al menos 10 sismos y 21 réplicas en la región, según la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas. La actividad sísmica mantiene en alerta a las autoridades, que están evaluando daños en hospitales, puentes y otras infraestructuras críticas para garantizar la seguridad de los habitantes.