El Departamento de Estado estadounidense, bajo la dirección del secretario Marco Rubio, descertificó oficialmente a Colombia en materia de control de drogas, designándola como un país que ha fallado en cumplir sus obligaciones internacionales de lucha antinarcóticos.

La administración Trump fundamentó su decisión en el incremento sin precedentes del cultivo de coca y la producción de cocaína durante el gobierno de Gustavo Petro. Según la determinación presidencial, Colombia no logró cumplir ni siquiera sus propias metas reducidas de erradicación de cultivos ilícitos.

“Bajo el liderazgo del presidente Petro, el cultivo de coca y la producción de cocaína han alcanzado niveles récord, mientras que el gobierno colombiano ni siquiera ha cumplido sus propias metas de erradicación de coca, que fueron considerablemente reducidas”, establece el documento oficial.

Las cifras de Naciones Unidas confirman la gravedad de la situación: Colombia cuenta actualmente con aproximadamente 253.000 hectáreas de narcocultivos y produce al menos 2.600 toneladas anuales de cocaína, según el último balance de 2023.

Washington distingue claramente entre el gobierno de Petro y las fuerzas de seguridad colombianas. La administración Trump reconoce el valor y compromiso de las instituciones militares y policiales, así como de las autoridades locales, mientras responsabiliza directamente al ejecutivo nacional por los resultados adversos.

Esta distinción quedó evidenciada durante la visita a Washington del comandante de las Fuerzas Armadas, almirante Francisco Cubides, y del director de la Policía, general Carlos Fernando Triana Beltrán, quienes reafirmaron el compromiso institucional con la lucha antinarcóticos.

La descertificación coloca a Colombia en la misma categoría que Venezuela, Bolivia, Afganistán y Birmania. Pese a esta designación, Estados Unidos mantendrá la asistencia al país por considerarla “vital para los intereses nacionales estadounidenses”, aunque bajo estrictos condicionamientos.

El apoyo económico, que asciende a aproximadamente 380 millones de dólares anuales, continuará fluyendo, pero quedará supeditado a la demostración de resultados concretos en la reducción de cultivos ilícitos y el desmantelamiento de organizaciones criminales.

Estados Unidos estableció condiciones claras para revertir la descertificación: acciones más agresivas en erradicación de cultivos de coca, reducción efectiva de la producción y tráfico de cocaína, y mayor cooperación judicial para llevar a líderes criminales colombianos ante la justicia estadounidense.

Esta no es la primera vez que Colombia enfrenta una descertificación estadounidense. En 1996, durante el gobierno de Ernesto Samper, el país fue excluido de la certificación en medio del escándalo por la presunta financiación de su campaña electoral por parte del Cartel de Cali.

Entre 2000 y 2018, Estados Unidos entregó a Colombia más de 10.000 millones de dólares para fines militares, sociales y de erradicación de narcocultivos, consolidando una alianza estratégica que ahora enfrenta su mayor crisis en décadas.

Desde su llegada al poder en 2022, el presidente Petro promovió un cambio radical en la estrategia antidrogas, suspendiendo la erradicación forzada de cultivos de coca y calificando la guerra contra las drogas como un fracaso histórico.

Con información de caracol radio y bluradio