Un oficial y un soldado del Ejército Nacional resultaron heridos con quemaduras de gravedad luego de ser atacados con gasolina durante una asonada registrada en la vereda Siloé, del municipio de Villagarzón, Putumayo. El hecho ocurrió el miércoles 3 de septiembre, cuando un grupo de civiles intentó impedir una operación militar contra un laboratorio ilegal de procesamiento de pasta base de coca.

De acuerdo con el reporte oficial, el ataque dejó lesionados al subteniente Miguel Ángel Mejía Gutiérrez y al soldado profesional Sebastián Díaz Amaya, adscritos a la Brigada de Selva 27 y al Batallón de Infantería de Selva 25. Ambos fueron evacuados en helicóptero y trasladados a un centro médico en Florencia, Caquetá, donde permanecen bajo atención especializada debido a la gravedad de sus heridas.

¿Cómo sucedieron los hechos?

La operación militar estaba dirigida a la destrucción de un laboratorio perteneciente a los Comandos de Frontera, una de las estructuras criminales con mayor injerencia en la región. En medio del procedimiento, personas vestidas de civil retuvieron a los uniformados y rociaron gasolina sobre dos de ellos, para luego prenderles fuego con el fin de frenar la acción de la tropa.

El Ejército Nacional calificó el hecho como “una grave agresión contra la vida e integridad de nuestros soldados y una flagrante violación a los Derechos Humanos”, asegurando que denunciará ante las autoridades competentes las acciones de constreñimiento ejercidas por grupos armados contra la población civil.

Así reaccionó  el Gobierno

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, rechazó con firmeza el ataque. A través de un comunicado en su cuenta de X, señaló: “Condenamos y repudiamos el demencial intento de quemar vivos a dos de nuestros militares del Ejército, quienes se encontraban realizando operaciones militares en Villagarzón, Putumayo”.

Sánchez explicó que el ataque se produjo en el marco de la destrucción de un laboratorio de cocaína, en donde los uniformados fueron sorprendidos por una asonada que buscaba interrumpir el procedimiento. “Les rociaron gasolina y les prendieron fuego, un acto que constituye un intento directo de homicidio contra la Fuerza Pública”, aseguró.

El jefe de la cartera de Defensa enfatizó que los responsables no corresponden a comunidades campesinas, sino a estructuras vinculadas al narcotráfico. “Son criminales y narcos que intentaron asesinar a nuestros militares”, declaró, al tiempo que señaló que el hecho refleja la violencia con la que operan las economías ilegales en zonas donde avanza la acción del Estado.

El ministro anunció una recompensa de hasta 200 millones de pesos por información que permita dar con los responsables del ataque. “Este grave delito no quedará en la impunidad. Toda Colombia debe alzar su voz de rechazo y condenar este crimen”, puntualizó.