La directora ejecutiva de la Organización Internacional del Café (OIC), Vanuisa Nogueira, señaló que la diversificación hacia cafés de especialidad representa una alternativa clave para mejorar la competitividad del sector caficultor colombiano durante un encuentro organizado por la Federación Nacional de Cafeteros (FNC).

La reunión abordó las perspectivas globales del sector, los desafíos ante nuevos escenarios arancelarios y las oportunidades para Colombia en el mercado internacional. Nogueira enfatizó que los esfuerzos por diversificar los mercados resultan fundamentales para mantener el buen momento del grano colombiano.

Las proyecciones indican que la demanda mundial de café alcanzará 200 millones de sacos para 2030, representando un incremento de 23 millones de sacos respecto a la demanda de 2024, cifrada en 177 millones de sacos.

Ante la perspectiva arancelaria propuesta por Estados Unidos, Nogueira mantuvo una posición optimista sobre el futuro del café. La directora de la OIC recordó que Estados Unidos permanece como el principal demandante del grano a nivel mundial y destacó la importancia del diálogo bilateral para encontrar puntos comunes en las negociaciones.

En un escenario de negociación bilateral, debe primar el diálogo y el encuentro de puntos comunes, indicó la funcionaria internacional durante su intervención.

Previo al encuentro principal, el gerente de la FNC, Germán Bahamón, y la directora ejecutiva de la OIC se reunieron con Martha Carvajalino, ministra de Agricultura, para analizar las perspectivas, actualidad y retos de la caficultura.

“Resaltamos cómo el café ha sido ejemplo de transferencia de valor, de encadenamiento productivo y de comercialización para enfrentar los mercados internacionales”, declaró Bahamón tras el encuentro ministerial.

Durante la reunión se discutió la identificación de otras líneas de cultivos en las mismas áreas cafeteras y estrategias para fortalecer la competitividad sectorial. Nogueira citó a Vietnam como ejemplo exitoso en diversificación, mencionando cultivos como el durian y la pimienta negra.

Del encuentro surgió la propuesta de inclusión de zonas cafeteras afectadas por el conflicto a través del programa Café por la Paz. Esta iniciativa busca el reemplazo productivo de cultivos ilícitos por cultivos lícitos en regiones como el Cañón del Micay y Catatumbo.

La FNC proyecta una reducción del 11,25% en la producción cafetera durante el periodo julio-diciembre, atribuida a las mayores precipitaciones del primer trimestre y las condiciones fisiológicas de agotamiento de las plantas tras los picos productivos del último semestre.

“Esperamos que se produzcan 7,1 millones de sacos en el segundo semestre frente a ocho millones que se registraron el año pasado”, informó Bahamón, explicando que las lluvias de febrero y marzo no aportaron al estrés calórico que requieren las plantas para su óptimo desarrollo.

La reducción proyectada equivale a 900.000 sacos menos en un periodo de 12 meses, cifra que refleja el impacto de las condiciones climáticas sobre la producción nacional.

La OIC enfatizó la necesidad de implementar estrategias de diversificación que vayan más allá del café tradicional, promoviendo el desarrollo de cafés de especialidad que agreguen mayor valor al producto colombiano en los mercados internacionales.

Con información de la república