Baja tasa de nacimientos llevó a la quiebra a famosa tienda de ropa infantil en Colombia
Por: Maria Jose Salcedo
26 agosto, 2025

La Superintendencia de Sociedades confirmó la apertura del proceso de liquidación judicial de Akmios S.A.S., sociedad responsable de la operación de la marca de ropa infantil y para bebés EPK en Colombia. La compañía, con domicilio en Barranquilla, registró en sus últimos estados financieros —con corte al 31 de diciembre de 2023— activos por 70.673 millones de pesos y pasivos que ascendieron a 174.304 millones, una diferencia que hizo inviable su continuidad.
Según el informe oficial, la empresa decidió de manera unánime no continuar con el proceso de reorganización empresarial y solicitó al juez del concurso dar inicio a la liquidación bajo los parámetros establecidos en la Ley 1116 de 2006.
Procedimiento de liquidación
Con la apertura del proceso, los acreedores deberán radicar sus créditos ante el liquidador designado, quien tendrá la tarea de elaborar el inventario valorado de activos y la graduación de pasivos. Estos documentos serán presentados posteriormente al juez del concurso para su aprobación.
El superintendente de Sociedades, Billy Escobar, explicó que la compañía “acudió a los mecanismos legales de insolvencia tras agotar sus esfuerzos por lograr la recuperación”. Añadió que la Superintendencia actuó de manera inmediata con el fin de “salvaguardar el orden económico, proteger los activos de la empresa y permitir que los acreedores puedan recuperar, en lo posible, sus derechos”.
Causas de la crisis
Uno de los factores que incidió en la insolvencia fue el cambio demográfico. De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en 2024 se registraron 445.011 nacimientos en el país, lo que representa una caída del 33,4 % frente a los datos de 2014. Esta reducción impactó directamente la demanda de productos infantiles, en un mercado donde EPK mantenía fuerte presencia.
A la contracción demográfica se sumaron problemas legales y comerciales. En 2020 se fracturó la relación entre Samuel David Tcherassi Solano, licenciatario de la marca en Colombia, y Bridgewood Capital, propietario original de EPK. La disputa derivó en un intento de la familia Tcherassi de cancelar la marca por notoriedad y registrarla en el país bajo el nombre Epeka. Aunque las tiendas físicas cerraron en 2024, la marca continuó siendo objeto de controversias jurídicas.
Impacto en el sector y los acreedores
El cierre de EPK afecta directamente a proveedores, arrendadores y al sistema financiero. El experto en derecho societario Rafael Gómez advirtió que la diferencia entre activos y pasivos deja un panorama complejo para quienes mantenían relaciones comerciales con la empresa. “Cuando compañías con deudas de esta magnitud operan hasta el último momento, se generan perjuicios graves. Muchos acreedores deberán castigar sus carteras e incluso algunos podrían enfrentar también el cierre”, señaló.
En Bogotá, centros comerciales como El Retiro y Gran Estación ya confirmaron la salida definitiva de la marca. Aunque el sitio web permanece activo, dejó de despachar pedidos.
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