Estados Unidos y Venezuela: el contraste de sus capacidades militares en medio de crecientes tensiones

Por: Maria Jose Salcedo

26 agosto, 2025

Estados Unidos y Venezuela: el contraste de sus capacidades militares en medio de crecientes tensiones

Las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela han escalado al terreno militar, con el despliegue de tropas y buques estadounidenses en el mar Caribe y el refuerzo anunciado por el presidente Nicolás Maduro en la frontera con Colombia. En este escenario, la diferencia de capacidades entre ambos ejércitos resulta determinante para comprender la magnitud del pulso geopolítico.

De acuerdo con el Global Firepower Index (GFP), Estados Unidos encabeza la lista de las mayores potencias militares con un puntaje de 0,07, considerado el más bajo posible en la escala y, por lo tanto, el más fuerte. Esta posición responde a un equilibrio estratégico en todos los frentes de defensa, respaldado por tecnología de punta y recursos financieros sin precedentes.

El poder aéreo constituye uno de sus principales pilares, con flotas de aviones de combate, bombarderos y drones capaces de proyectar fuerza en cualquier parte del mundo. A ello se suma un poder terrestre robusto, conformado por tanques, vehículos blindados y artillería pesada que garantizan capacidad ofensiva y defensiva a gran escala.

En el ámbito naval, Estados Unidos mantiene una de las flotas más extensas y avanzadas, con portaaviones, submarinos nucleares y buques de guerra que le permiten ejercer control en mares estratégicos. A estas capacidades se añade un componente financiero que asegura la modernización constante del armamento y la posibilidad de sostener operaciones prolongadas en múltiples regiones simultáneamente.

Venezuela: limitaciones estructurales

En contraste, Venezuela ocupa el puesto 50 en el GFP, con un índice de 0,89. Su perfil militar está marcado por una fuerte dependencia del número de efectivos y un mayor peso en el poder terrestre, con presencia de tanques, artillería y vehículos blindados que refuerzan la defensa a nivel regional, pero sin alcance significativo en el plano internacional.

El poder aéreo venezolano muestra un desarrollo limitado, con una flota reducida de aviones y helicópteros, insuficiente para competir con potencias globales. En cuanto al poder naval, las capacidades son bajas, con pocas embarcaciones y limitaciones en operaciones de largo alcance.

La principal desventaja de Caracas radica en el aspecto financiero. La crisis económica sostenida ha dificultado la modernización de su arsenal, el mantenimiento de equipos y la posibilidad de desplegar fuerzas en escenarios prolongados. Estas restricciones han afectado directamente la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas y su capacidad de proyección internacional.

Escenario regional

Mientras Estados Unidos refuerza su presencia en el Caribe, Maduro ha ordenado incrementar el despliegue militar en la frontera con Colombia con 15.000 hombres, drones y refuerzos aéreos y fluviales, según informó el ministro de Interior, Diosdado Cabello.

Pese a este anuncio, la brecha entre ambos ejércitos sigue siendo profunda. Mientras Washington cuenta con un aparato militar capaz de sostener operaciones simultáneas en distintos continentes, Venezuela mantiene una estrategia defensiva centrada en su territorio y con fuertes limitaciones tecnológicas y financieras.

Este contraste refleja no solo la correlación de fuerzas, sino también la dificultad de Caracas para proyectar poder en un escenario internacional dominado por potencias con recursos prácticamente ilimitados.