Las Fuerzas Militares colombianas desarticularon uno de los complejos de producción de clorhidrato de cocaína más grandes detectados en el país durante el último año, ubicado en zona rural del municipio de El Tambo, Cauca. El megalaboratorio pertenecía a las disidencias de las Farc lideradas por alias ‘Iván Mordisco’.

El laboratorio ilegal tenía capacidad para producir hasta cuatro toneladas mensuales de cocaína, con un valor estimado de 160 millones de dólares en el mercado internacional. La infraestructura contaba con 14 estructuras interconectadas que funcionaban como un auténtico centro industrial para el procesamiento de narcóticos.

Durante la operación, las autoridades incautaron más de 1.100 kilogramos de cocaína cristalizada lista para distribución, tres toneladas del alcaloide en proceso líquido, 14 kilogramos de base de coca y más de 5.000 galones de insumos químicos utilizados en la fabricación.

Entre los elementos destruidos se encontraban equipos industriales de alto valor, incluyendo prensas hidráulicas, hornos microondas, mezcladoras y generadores eléctricos. Esta tecnología permitía el funcionamiento continuo del complejo criminal dedicado al narcotráfico.

El coronel Fabián Andrés Martín García, comandante de la Brigada contra el Narcotráfico Número Tres, explicó que el laboratorio generaba recursos para las economías ilícitas de la compañía Fray León, perteneciente a la estructura Carlos Patiño.

Según informaron las Fuerzas Militares, los cargamentos producidos en este megalaboratorio eran enviados hacia Centroamérica mediante alianzas con carteles mexicanos, incluido el cartel Nueva Generación, para posteriormente dirigirse a Estados Unidos y Europa a través de diferentes puertos del Pacífico colombiano.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó que este complejo abastecía directamente las finanzas de ‘Iván Mordisco’, facilitando la articulación con organizaciones internacionales de narcotráfico.

El golpe económico para las finanzas criminales de las disidencias se estima superior a los 20.000 millones de pesos. Esta cifra incluye tanto los narcóticos incautados como la maquinaria y equipos destruidos durante la operación.

El operativo se desarrolló tras tres meses de trabajos de inteligencia y planeación, con participación del Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación. La acción se enmarcó dentro del Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho Plus.

La Tercera División del Ejército lideró las labores de campo para ubicar y destruir la infraestructura criminal, la cual operaba bajo control del grupo armado organizado residual ‘Carlos Patiño’, uno de los bastiones de las disidencias en el suroccidente colombiano.

Este desmantelamiento debilita significativamente la capacidad de producción y exportación del GAO-r ‘Carlos Patiño’, afectando tanto la fabricación como la cadena logística del narcotráfico en la región caucana.

Con información de wradio y bluradio