Los tres hábitos tóxicos que afectan las relaciones de pareja

Por: Maria Jose Salcedo

21 agosto, 2025

Los tres hábitos tóxicos que afectan las relaciones de pareja

Los conflictos en las relaciones de pareja son inevitables y forman parte natural de la vida en común. Así lo señala un reportaje de la periodista Jancee Dunn publicado en *The New York Times*, en el que se destaca que las discusiones no deben interpretarse como un fracaso, sino como oportunidades para fortalecer la intimidad y la confianza mutua.

Dunn, reconocida por su trayectoria en medios como *Vogue* y *O, The Oprah Magazine*, ha enfocado su trabajo en temas de bienestar, salud y vínculos humanos. En este artículo analiza cómo manejar las diferencias de manera constructiva, apoyándose en la visión de psicólogos y especialistas en relaciones.

El psicólogo Andrew Christensen, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), explicó en el reportaje que el verdadero desafío en la vida en pareja no consiste en evitar las peleas, sino en aprender a gestionarlas con inteligencia emocional.

Para Christensen, el enfoque debe estar en resolver el problema en lugar de atacar a la persona. Cuando se aborda el conflicto de esta manera, deja de ser una amenaza y se transforma en una oportunidad de crecimiento para la relación.

Tres hábitos tóxicos que deterioran la intimidad

El reportaje identifica tres conductas comunes durante las discusiones de pareja que, lejos de resolver diferencias, debilitan la conexión emocional:

1. Mentalidad de ganador y perdedor.
James Cordova, psicólogo de la Universidad de Clark, advierte que concebir la discusión como una competencia en la que uno triunfa y el otro fracasa genera resentimiento y distancia. La alternativa es ver el conflicto como un trabajo en equipo, similar a resolver un rompecabezas.

2. Citar al terapeuta como autoridad.
El neurocientífico James A. Coan sostiene que recurrir a un terapeuta como árbitro en la conversación convierte el diálogo en un enfrentamiento contra una voz externa. En lugar de ello, la psicóloga Tracy Dalgleish recomienda expresar las propias necesidades con claridad y en primera persona.

3. El ‘Sméagol-ing’.
Este término hace referencia a rendirse exageradamente en la discusión para evitar el problema. Christensen señala que no se trata de humildad, sino de un ataque encubierto que erosiona la confianza. Los especialistas sugieren responder con honestidad y compasión para mantener la conexión real.

¿Cómo construir vínculos más sanos?

El reportaje enfatiza que, aunque los conflictos son inevitables, pueden convertirse en escenarios para el entendimiento y la conexión emocional si se manejan con las herramientas adecuadas.

Escuchar con verdadera curiosidad, sin anticipar respuestas ni buscar derrotar al otro, es uno de los hábitos más recomendados por los especialistas. También resulta clave expresar las necesidades de manera clara en lugar de acumular reproches, y reemplazar la mentalidad de “tener la razón” por la de “preservar la felicidad común”.

Dunn concluye que cada discusión puede transformarse en una oportunidad para fortalecer la relación. Con empatía, respeto y apertura, los conflictos dejan de ser grietas que separan para convertirse en puentes que consolidan la intimidad y la confianza.