La bailarina española Chiqui Martí, reconocida por su trayectoria en coreografías sensuales y considerada pionera del strip art, sorprendió al revelar detalles de su fallida colaboración con Shakira en 2011. En una entrevista para el programa español YAS Verano, la artista explicó que la cantante barranquillera acudió a su academia en Barcelona para perfeccionar su técnica en pole dance con miras al videoclip de Rabiosa. Sin embargo, la experiencia no resultó como ambas esperaban.

Según relató Martí, Shakira solicitó cuatro sesiones de entrenamiento, pero tras el primer encuentro decidió no continuar personalmente con ella. “Ella quiso prepararse para el vídeo de *Rabiosa* y rabiosa me puso a mí el primer día de los cuatro que tenía que trabajar. Y dije: el primero y el último. El segundo ya tenía una asistente mía”, señaló la coreógrafa, quien delegó las siguientes clases a una colaboradora.

El principal obstáculo, de acuerdo con Martí, fue la actitud de la cantante durante la clase. La bailarina aseguró que Shakira cuestionaba constantemente las indicaciones y no aceptaba con facilidad sus métodos. “Si vienes a que yo te enseñe lo que no sabes hacer tú y sé hacer yo, no me puedes estar diciendo: ‘A ver qué haces, haz esto, repítelo’”, afirmó.

Otro punto de tensión estuvo relacionado con la vestimenta. Martí recordó que la artista insistía en entrenar con medias, algo incompatible con la técnica de barra. “Con medias no podemos bailar nadie. Yo llevo las piernas con aceite, que me encanta, pero no puedo bailar así. Si es por celulitis, tranquila, que tenemos todas”, expresó la coreógrafa en tono de complicidad.

Durante los ensayos también se registró un contratiempo con los medios de comunicación. Martí aseguró que Tonino, hermano de Shakira, dañó parte de la escalera de su estudio al intentar maniobrar un coche para proteger la privacidad de la cantante ante los fotógrafos. La bailarina destacó que, pese a la situación, la intérprete de Rabiosa asumió los gastos del daño ocasionado.

Chiqui Martí rompió el silencio tras más de una década, asegurando que decidió contar su experiencia luego de haber soportado presiones mediáticas. Según explicó, considera importante visibilizar la relación entre artistas de renombre y sus entrenadores, un vínculo que en ocasiones está marcado por tensiones y desacuerdos creativos.