La ex canciller Laura Sarabia regresará al servicio público en un cargo diplomático tras ser designada como embajadora de Colombia ante el Reino Unido. La funcionaria, de 31 años, ocupará el puesto que hasta abril desempeñó Roy Barreras, quien renunció con presuntas aspiraciones electorales.

Esta designación marca el quinto cargo que Sarabia asume durante la administración del presidente Gustavo Petro. La funcionaria había manifestado que su ciclo en el gobierno había concluido tras presentar su renuncia como ministra de Relaciones Exteriores, pero finalmente aceptó la propuesta diplomática directa del mandatario.

Según fuentes oficiales, el proceso de beneplácito ante el gobierno británico ya está en curso para formalizar su nombramiento en esta embajada de alto perfil diplomático.

Sarabia inició su participación en el gobierno como colaboradora de la campaña presidencial de Petro. Una vez en el poder, su primer cargo oficial fue como jefa de gabinete de la Presidencia entre agosto de 2022 y junio de 2023.

Posteriormente, fue designada directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS) entre septiembre de 2023 y febrero de 2024, entidad encargada de los programas sociales del gobierno nacional.

En febrero de 2024 asumió la dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), cargo que mantuvo hasta enero de 2025, cuando fue nombrada canciller en reemplazo de Luis Gilberto Murillo.

Su gestión al frente de la Cancillería duró apenas cinco meses, desde finales de enero hasta junio de 2025. Sarabia llegó a este ministerio a los 30 años, convirtiéndose en una de las cancilleres más jóvenes en la historia diplomática colombiana.

Durante su período como ministra de Relaciones Exteriores, enfrentó controversias relacionadas con el manejo de los pasaportes en Colombia, situación que generó tensiones internas en el gobierno.

La salida de Sarabia de la Cancillería estuvo marcada por una desautorización pública del jefe de despacho presidencial, Alfredo Saade, quien asumió funciones relacionadas con el proceso de pasaportes que correspondían al Ministerio de Relaciones Exteriores.

Esta situación generó roces administrativos y cuestionamientos sobre las líneas de autoridad en temas de competencia diplomática y consular.

Con información de caracol radio y bluradio