El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves dos órdenes ejecutivas que redefinen el esquema arancelario del país, a pocas horas de que venciera el plazo que él mismo se había impuesto para alcanzar acuerdos con sus socios comerciales. Las nuevas medidas representan un giro en la guerra comercial iniciada en abril y trazan un escenario más favorable para varios países, aunque aumentan la presión sobre naciones como Canadá, India, Suiza y Myanmar.

Uno de los principales cambios es la postergación de la entrada en vigor de los aranceles, que se aplicarán desde el 7 de agosto, en lugar del 2 de agosto como se había anunciado inicialmente. Según la administración Trump, este retraso busca permitir que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) se adapte a las nuevas disposiciones.

Nuevos criterios: déficit y superávit como base

Los aranceles se fijan ahora en dos niveles: una tarifa del 10 % para países con los que EE. UU. mantiene un superávit comercial y una del 15 % para aquellos con déficit. Esta diferenciación excluye a los países con acuerdos ya firmados con EE. UU., como el Reino Unido, la Unión Europea o China, así como a los que enfrentan sanciones por razones políticas.

Con este reajuste, más de 40 países verán reducidos los gravámenes respecto a los anunciados en abril. Por ejemplo, Camboya pasará de un 49 % a un 19 %, Tailandia bajará del 36 % al 19 %, y Madagascar reducirá su tarifa del 47 % al 15 %.

 Sanciones a quienes no lograron acuerdos

En contraste, los países que no han alcanzado pactos comerciales con Estados Unidos enfrentarán aranceles superiores al 30 %. Siria (41 %), Laos (40 %) y Myanmar (40 %) están entre los más afectados. Suiza (39 %), Serbia (35 %) y Bosnia-Herzegovina (30 %) también figuran en la lista de penalizados, debido a la falta de avances en sus respectivas negociaciones.

India, considerada un aliado estratégico de EE. UU., tampoco logró cerrar un acuerdo a tiempo. Sus exportaciones hacia el país norteamericano estarán gravadas con un 25 %, apenas un punto por debajo de lo anunciado previamente.

 Canadá, el más castigado

Una de las decisiones más polémicas es el aumento de los aranceles a Canadá, que pasarán del 25 % al 35 % para productos no cubiertos por el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). La Casa Blanca justifica la medida alegando falta de cooperación del gobierno canadiense en el control del tráfico de fentanilo y represalias comerciales contra EE. UU.

Esta acción podría tener un fuerte impacto en la economía canadiense, ya que Estados Unidos representa el 76 % de sus exportaciones. Aunque Trump ha responsabilizado también a México por el tráfico de fentanilo, ha optado por posponer los aranceles a este país por 90 días adicionales.

Penalidades por transbordos

Otro componente clave del nuevo plan arancelario es la imposición de un gravamen del 40 % a mercancías que utilicen países intermedios para eludir los aranceles más altos. Esta penalidad también se aplicará a productos que ingresen desde Canadá mediante esta estrategia.

Las órdenes ejecutivas firmadas por Trump reconfiguran el escenario comercial global en medio de tensiones crecientes. Aunque algunos países se benefician con reducciones arancelarias, otros enfrentan nuevos obstáculos en sus exportaciones hacia el mayor mercado del mundo. La medida refuerza el mensaje del mandatario republicano sobre la necesidad de priorizar los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos.