El fallecimiento de Maxi, un perro que murió por asfixia dentro del maletero de un bus de Copetran durante un viaje entre Maicao y Medellín, ha generado una fuerte reacción por parte del Ministerio de Transporte. La ministra María Fernanda Rojas solicitó este 23 de julio una investigación urgente a la Superintendencia de Transporte para esclarecer los hechos y establecer responsabilidades.

De acuerdo con el relato de los dueños, ellos contaban con autorización para que Maxi viajara en la cabina, cumpliendo todos los requisitos exigidos por la empresa. Sin embargo, al momento de abordar, el conductor del bus se negó a permitir el acceso del animal a la parte superior, obligándolos a dejarlo en el compartimento de equipaje.

Durante el trayecto, el perro fue víctima de un golpe de calor que, según el reporte del veterinario que lo atendió, le causó la muerte por asfixia. El caso ha generado indignación en redes sociales y ha puesto en el centro del debate las condiciones en las que viajan las mascotas en el transporte público intermunicipal.

La ministra Rojas fue enfática al afirmar que “el servicio público de transporte no puede violentar la vida ni atentar contra los derechos y la tranquilidad de los pasajeros”. En su solicitud, pidió que las Superintendencias Delegadas de Tránsito y Transporte y de Protección al Usuario entreguen informes detallados sobre lo ocurrido.

Aunque aún no se han anunciado sanciones contra la empresa, el Ministerio indicó que se esperan nuevas declaraciones oficiales tras la evaluación de los hechos.

Respuesta de Copetran

La empresa Copetran emitió un comunicado en el que lamentó profundamente lo sucedido y aseguró que abrirá una investigación interna. “Nos tomamos muy en serio la seguridad y el bienestar de todos nuestros pasajeros, incluyendo a las mascotas que viajan con sus dueños”, expresó la compañía.

Asimismo, insistió en que su política de transporte de mascotas es “clara y firme” y rechazó cualquier acción que contravenga esos lineamientos. Según el comunicado, Copetran se encuentra revisando y reforzando sus protocolos para evitar que situaciones similares se repitan.

“Agradecemos profundamente la comprensión de la comunidad y reafirmamos nuestro compromiso con la seguridad de todos nuestros pasajeros”, concluyó la empresa.

Este caso ha despertado preocupación entre los usuarios que viajan con animales de compañía, ya que evidencia vacíos en la aplicación de los protocolos de protección animal dentro del transporte terrestre. Activistas y ciudadanos han comenzado a exigir una reglamentación más estricta que obligue a las empresas y a sus conductores a respetar los derechos de los pasajeros y sus mascotas.

El resultado de la investigación solicitada por el Ministerio de Transporte será clave para determinar si existió negligencia por parte del conductor o fallas en la supervisión de la empresa.