El presidente ucraniano Volodimir Zelenski anunció este sábado que su país ha propuesto a Rusia una nueva ronda de conversaciones de paz para la próxima semana, en un intento por reactivar las negociaciones que permanecen estancadas desde principios de junio.

Durante su discurso vespertino, Zelenski informó que el secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional ucraniano, Rustem Umerov, “propuso la próxima reunión con la parte rusa para la semana que viene”. El mandatario ucraniano enfatizó la urgencia del proceso: “Hay que acelerar el impulso de las negociaciones”.

Las dos rondas de negociaciones celebradas previamente en Estambul entre Moscú y Kiev no consiguieron avances significativos hacia un alto al fuego. Sin embargo, estas reuniones produjeron acuerdos específicos para el intercambio de prisioneros de guerra y la repatriación de cadáveres de soldados fallecidos.

El presidente ucraniano reiteró su disposición a mantener conversaciones directas con su homólogo ruso Vladimir Putin. “Es necesaria una reunión a nivel de liderazgo para garantizar realmente la paz”, declaró Zelenski, manteniendo su posición de que un encuentro cara a cara entre ambos mandatarios resulta fundamental para lograr resultados concretos.

Esta propuesta se produce en un contexto de creciente presión internacional por encontrar una solución diplomática al conflicto que se extiende desde febrero de 2022.

Durante las conversaciones del mes pasado, Rusia presentó una serie de exigencias consideradas extremas por la parte ucraniana. Entre las demandas rusas destacan la cesión de territorio adicional por parte de Ucrania y el rechazo total a cualquier forma de apoyo militar occidental.

Kiev calificó estas condiciones como “ultimatos inaceptables” y cuestionó la viabilidad de continuar las negociaciones si Moscú no mostraba disposición a realizar concesiones. Esta divergencia en las posiciones iniciales ha sido uno de los principales obstáculos para el progreso del diálogo.

El contexto internacional ha añadido nuevos elementos de presión sobre ambas partes. El presidente estadounidense Donald Trump estableció un plazo de 50 días para que Rusia alcance un acuerdo de paz, amenazando con imponer nuevas sanciones en caso de incumplimiento.

Esta presión externa parece haber influido en la posición del Kremlin, que a principios de este mes manifestó su “voluntad de continuar las conversaciones con Ucrania”, según declaraciones oficiales de fuentes rusas.

Con información de dw