El líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, afirmó este jueves que su país propinó “una cachetada en el rostro a Estados Unidos” con el ataque a una base estadounidense en Qatar. En su primera declaración pública desde que entró en vigor el alto el fuego con Israel, Jamenei advirtió contra cualquier ataque adicional de Washington.

El discurso pregrabado de Jamenei, emitido por la televisora estatal iraní, representa su primera aparición desde el 19 de junio. El ayatolá de 86 años, conocido por sus discursos contundentes, presentó un aspecto más cansado que en ocasiones anteriores, hablando con voz ronca y tropezando ocasionalmente con sus palabras.

El mensaje de más de 10 minutos estuvo lleno de advertencias y amenazas dirigidas hacia Estados Unidos e Israel, adversarios históricos de la República Islámica. No se mencionó el programa nuclear iraní ni el estado de sus instalaciones tras los ataques estadounidenses e israelíes.

Jamenei minimizó los ataques estadounidenses del domingo contra tres instalaciones nucleares iraníes, realizados con bombas antibúnker y misiles de crucero. Señaló que el presidente Donald Trump, quien declaró que el ataque “completamente y totalmente obliteró el programa nuclear de Irán”, había “exagerado” su impacto.

“No pudieron lograr nada significativo”, declaró el líder supremo. Su caracterización del ataque del lunes a la base estadounidense en Qatar contrastó con los relatos estadounidenses que lo describieron como un ataque limitado sin bajas.

La Casa Blanca respondió al video de Jamenei, acusándolo de intentar “salvar la cara”. La secretaria de prensa Karoline Leavitt declaró a los periodistas que “cualquier persona con sentido común y mente abierta conoce la verdad sobre los ataques de precisión del sábado por la noche. Fueron un éxito rotundo”.

Trump había desestimado previamente el ataque de represalia iraní como una “respuesta muy débil”, indicando que Estados Unidos había sido advertido por Irán de antemano y enfatizando que no hubo bajas.

Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), reiteró que el daño causado por los ataques israelíes y estadounidenses a las instalaciones nucleares iraníes “es muy, muy, muy considerable”. El funcionario asumió que las centrifugadoras no están operativas.

“Creo que aniquilado es demasiado, pero sufrió un daño enorme”, declaró Grossi a la emisora francesa RFI. El OIEA no ha sido autorizado a visitar las instalaciones iraníes para realizar una evaluación independiente del daño.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Esmail Baghaei, admitió el miércoles que “nuestras instalaciones nucleares han sido gravemente dañadas, eso es seguro”.

Jamenei afirmó que el ataque iraní a la base estadounidense en Qatar demostró que su país “tiene acceso a centros importantes de Estados Unidos en la región y puede actuar contra ellos cuando lo considere necesario”.

“La República Islámica salió victoriosa y, en represalia, dio una cachetada en el rostro a Estados Unidos”, subrayó, agregando que “esta acción puede repetirse también en el futuro”. El líder supremo advirtió que “si se produce alguna agresión, el enemigo pagará, sin duda, un alto precio”.

Desde la entrada en vigor del alto el fuego negociado por Trump el martes, la vida ha comenzado a normalizarse gradualmente en Irán. El país reabrió parcialmente su espacio aéreo, que había permanecido cerrado desde el estallido de la guerra, permitiendo vuelos nacionales e internacionales en la mitad oriental del territorio.

Majid Akhavan, portavoz del Ministerio de Carreteras y Desarrollo Urbano, confirmó la reapertura del espacio aéreo para vuelos que transitan por territorio iraní. Las tiendas en Teherán comenzaron a reabrir y el tráfico vehicular regresó a las calles de la capital.

Teherán reportó que 606 personas murieron en el conflicto en Irán y 5.332 resultaron heridas. El Grupo de Activistas de Derechos Humanos, con sede en Washington, publicó cifras que sugieren al menos 1.054 muertos y 4.476 heridos en territorio iraní, incluyendo 417 civiles y 318 fuerzas de seguridad.

En Israel murieron al menos 28 personas y más de 1.000 resultaron heridas. Durante los 12 días de guerra, Irán disparó más de 550 misiles hacia Israel con una tasa de intercepción del 90%, mientras Israel impactó más de 720 objetivos militares iraníes y ocho sitios nucleares.

Trump anunció que funcionarios estadounidenses e iraníes hablarán la próxima semana, generando esperanzas cautelosas de paz a largo plazo. Aunque Irán no ha confirmado estas conversaciones, el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, indicó que ha habido comunicación directa e indirecta entre ambos países.

El Parlamento iraní acordó el miércoles acelerar una propuesta que efectivamente detendría la cooperación del país con el OIEA, subrayando los desafíos por delante en el proceso de diálogo.

 

 

Con información de apnews