La calificadora de riesgo Moody’s redujo este jueves la calificación crediticia de Colombia de Baa2 a Baa3, manteniendo el grado de inversión pero con perspectiva estable. La decisión convierte a Moody’s en la última de las tres grandes calificadoras en ajustar a la baja la nota del país sudamericano.

Según el informe de calificación, la rebaja refleja el deterioro proyectado en las métricas de deuda del Gobierno, que persistirá en los próximos años debido a déficits fiscales elevados que superan los límites establecidos por la regla fiscal nacional.

“El actual Gobierno ha optado por suspender la regla fiscal a pesar de la ausencia de un shock, algo que se refleja negativamente en la efectividad de su marco de política fiscal”, señaló Moody’s en su comunicado oficial.

La calificadora destacó que observó “un cambio en la política fiscal relacionado con el cumplimiento de la regla fiscal” que se separa del “historial de política fiscal prudente que los distintos gobiernos del país han construido a lo largo de las últimas décadas”.

Los cálculos de Moody’s proyectan que la deuda del gobierno alcanzará el 59,5% del PIB en 2025, comparado con el 53,4% registrado en 2023. La firma anticipa que el endeudamiento llegará a un pico del 64% en 2027, superando las proyecciones de otros países con calificaciones similares en el rango Baa, que máximo alcanzarán el 62%.

La carga de intereses representa actualmente el 16% de los ingresos gubernamentales en 2024 y aumentará al 17% en 2025, debido a los altos costos de financiamiento tanto internos como externos que enfrenta Colombia.

Moody’s advirtió que la dinámica fiscal empeoró en el último año por la “sobreestimación” de los ingresos, generando presiones adicionales que no se compensaron con reducciones en el gasto estatal.

“El ajuste necesario para cumplir con la regla fiscal este año equivaldría al 2% del PIB, lo cual el gobierno considera inalcanzable debido principalmente a rigideces en el gasto”, explicó la calificadora.

Según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf), la decisión de suspender la regla fiscal por tres años no está justificada, ya que no ha habido un choque macroeconómico que active la cláusula de escape.

A pesar de la rebaja, Moody’s mantuvo una perspectiva estable basada en varios factores positivos. La firma reconoció el historial de aplicación de políticas macroeconómicas prudentes y destacó que la autonomía del Banco de la República ha permitido medidas efectivas, como el control de la inflación.

La calificadora ve con optimismo el “pacto fiscal” o reforma tributaria que presentará el Gobierno, considerando que el Congreso respaldará el proyecto tomando en cuenta la situación fiscal actual.

“Los responsables de política y los legisladores apoyarán medidas correctivas para permitir la consolidación fiscal”, señaló Moody’s, identificando este respaldo como clave para reducir el déficit y estabilizar la deuda.

Moody’s identificó varios factores que podrían permitir un ajuste futuro positivo de la calificación. La corrección de los problemas fiscales resulta esencial, destacando la necesidad de garantizar fuentes de ingresos constantes y permanentes para lograr una consolidación fiscal sostenida.

“Una mejora en las perspectivas de crecimiento a mediano plazo, impulsada por políticas gubernamentales que fomenten la inversión o mejoren la productividad, fortalecería el perfil crediticio de Colombia”, agregó la firma.

La calificadora advirtió sobre riesgos que podrían generar presiones negativas adicionales. Si no se logra restablecer el historial de consolidación fiscal y se agudiza el déficit, los niveles de deuda podrían empeorar significativamente.

Moody’s también alertó sobre el riesgo de no consolidar un entorno regulatorio favorable, lo que seguiría restando confianza de los inversionistas y debilitaría las perspectivas de crecimiento económico a mediano plazo.

 

 

Con información de bluradio y la república