Según el informe, del total de 376.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca a nivel mundial, Colombia lidera con 253.000 hectáreas (67%), seguido de Perú con 92.784 hectáreas (25%) y Bolivia con 31.000 hectáreas (8%). En comparación con el reporte anterior, Colombia incrementó sus cultivos en 23.000 hectáreas, pasando de 230.000 a 253.000 hectáreas.

La erradicación de cultivos de coca mostró una tendencia decreciente en 2023, registrando una caída del 47% respecto al año anterior y del 62% desde 2020. Paralelamente, los cultivos mantuvieron su expansión con un aumento del 6% anual y 61% desde 2020, estableciendo un nuevo récord histórico.

El consumo mundial de cocaína experimentó un crecimiento significativo, pasando de 17 millones de usuarios en 2013 a 25 millones en 2023. La prevalencia global entre personas de 15 a 64 años aumentó del 0,36% en 2013 al 0,47% en 2023.

Angela Me, autora principal del informe, destacó que “estamos viendo un mercado de la cocaína que vuelve a alcanzar niveles récord”. La producción se ha cuadruplicado en menos de una década, considerando que en 2014 se estimaba en 869 toneladas.

Un aspecto preocupante del informe es la diversificación de las rutas del narcotráfico, que ahora incluyen mercados emergentes en Asia y África. “El caso de Asia es particularmente preocupante: es la región más poblada del mundo”, explicó Me, señalando incrementos en el consumo en países como Japón, China e India.

Las incautaciones mundiales alcanzaron un récord de 2.275 toneladas en 2023, representando un aumento del 12% respecto a 2022 y del 68% en el período 2019-2023. Aunque el 98% de los decomisos se concentraron en América y Europa, las incautaciones en África y Asia crecieron un 84%.

El informe documenta un aumento alarmante de la violencia asociada al tráfico de cocaína. Ecuador experimentó uno de los casos más dramáticos, con su tasa de homicidios multiplicándose por seis entre 2020 y 2023, pasando de 7,8 a 45,7 asesinatos por cada 100.000 habitantes.

La violencia también se intensificó en el Caribe, países de África Occidental y Europa Occidental, donde la competencia entre organizaciones criminales por el control de rutas ha derivado en episodios violentos vinculados al crimen organizado.

El informe indica que aproximadamente 316 millones de personas consumieron alguna droga en 2023 (excluyendo alcohol y tabaco), representando el 6% de la población entre 15 y 65 años, frente al 5,2% registrado en 2013.

El cannabis continúa siendo la sustancia más utilizada con 244 millones de usuarios, seguido de los opioides (61 millones), las anfetaminas (30,7 millones), la cocaína (25 millones) y el éxtasis (21 millones).

Según Me, la expansión del mercado de cocaína obedece a múltiples factores, incluyendo la competencia entre grupos criminales que ha reducido precios y aumentado la pureza en Europa. En Colombia, la fragmentación de grupos armados tras el proceso de paz y la incorporación de actores externos han elevado la eficiencia productiva.

“Con la misma cantidad de hojas de coca se produce hoy mucha más cocaína. Esto ha creado un ciclo vicioso: más producción, más disponibilidad, más consumo”, concluyó la experta.

Ghada Waly, directora ejecutiva de UNODC, advirtió que los grupos delictivos continúan teniendo como objetivo a las poblaciones más vulnerables, especialmente aquellas que huyen de la inestabilidad y los conflictos.

Con información de wradio y forbes.co