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Deslizamiento en Bello deja ocho muertos y cinco heridos: comunidad y autoridades continúan labores de rescate

Por: Maria Jose Salcedo

24 junio, 2025

La fuerza del alud transformó en segundos el paisaje del sector El Pinar Foto: Esneyder Gutiérrez – el colombiano

Una tragedia sacudió la madrugada del martes 24 de junio a los habitantes del barrio El Pinar, en el municipio de Bello, norte del Valle de Aburrá. Un deslizamiento de tierra provocado por las intensas lluvias causó la muerte de al menos ocho personas y dejó cinco más heridas, según confirmaron las autoridades locales.

El movimiento en masa se registró alrededor de las 3:25 a. m. en la vereda Granizal, afectando de manera directa a más de diez viviendas y colapsando parcialmente la movilidad en esta zona metropolitana. Lorena González Ospina, alcaldesa de Bello, informó que “se activaron de inmediato los protocolos de emergencia y actualmente 22 unidades de bomberos trabajan en el sitio en labores de búsqueda y rescate”.

El estruendo de árboles partiéndose, el aullido de animales y los gritos de auxilio despertaron a los residentes. Algunos lograron huir con lo poco que pudieron cargar, mientras otros decidieron regresar para intentar rescatar a familiares atrapados. La fuerza del alud transformó en segundos el paisaje del sector El Pinar, ubicado en la frontera entre Bello y Medellín.

Una de las voces que ha relatado con mayor detalle el drama vivido es la de Yenifer Yalí, habitante del sector desde hace 14 años. “Se sintió como un temblor. El perro estaba desesperado, aullaba sin parar, y los árboles hacían un sonido como ‘crac, crac’. Ahí supimos que algo terrible estaba por pasar”, explicó en entrevista con el diario El Colombiano.

Según su testimonio, entre las víctimas fatales estaría una vecina muy cercana a la comunidad, llamada Paula, junto con su esposo Ricard y dos de sus hijos. Otros dos menores de esa misma familia, un bebé de un año y un niño de seis, habrían sido rescatados con vida, mientras que continúan las labores para encontrar a otros miembros desaparecidos.

“Como que a la muchacha (Paula) la encontraron en pijama. Parece que ni se dio cuenta de lo que se venía encima. El esposo intentó poner a las niñas a salvo, pero no lo logró. Fue muy duro”, expresó Yenifer.

El centro comunal de Altos de Oriente, en Medellín, se ha habilitado como punto logístico para la recepción de cuerpos y atención de lesionados, así como para el acopio de ayudas humanitarias dirigidas a los damnificados.

Mientras los heridos reciben atención médica en centros asistenciales del Valle de Aburrá, la comunidad se ha sumado activamente a las tareas de remoción de escombros. No obstante, las condiciones siguen siendo delicadas. “Lo que necesitamos es que nos ayuden con palas y picas, porque donde esto se siga viniendo, los mismos que estamos escarbando podemos chupar”, advirtió Yenifer, pidiendo ayuda urgente para los equipos de rescate improvisados.

Este deslizamiento no es el primero que golpea la zona. Según relatan los vecinos, hace dos o tres años ocurrió un evento similar, aunque con menos víctimas. La situación evidencia la necesidad de reforzar las medidas de prevención y monitoreo de riesgos en zonas de ladera, especialmente durante temporadas de lluvias intensas.

Por el momento, las autoridades no han revelado oficialmente la identidad de los fallecidos ni de los heridos, mientras se mantiene el despliegue de organismos de emergencia, apoyados por la comunidad, en búsqueda de posibles personas atrapadas bajo los escombros.

La tragedia en Bello reabre el debate sobre la urbanización en zonas de alto riesgo y la necesidad de políticas de vivienda y reasentamiento para familias que habitan en condiciones vulnerables. La emergencia también resalta el compromiso ciudadano frente a las crisis, en un país que, pese a las dificultades, sigue respondiendo con solidaridad y resiliencia.