La Fundación Santa Fe de Bogotá informó este lunes que el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue trasladado de urgencia a salas de cirugía para una nueva intervención neuroquirúrgica, tras detectarse evidencia clínica e imagenológica de sangrado intracerebral agudo.

El procedimiento, realizado en horas de la mañana, responde a complicaciones en el estado de salud del congresista, quien permanece hospitalizado desde el pasado 7 de junio, cuando fue víctima de un atentado armado durante un acto de campaña en el occidente de Bogotá. El ataque fue ejecutado por un menor de 15 años, presuntamente instrumentalizado por estructuras criminales, lo que ha generado conmoción nacional.

De acuerdo con el comunicado más reciente emitido por el centro médico, la decisión de intervenir nuevamente al paciente fue tomada por el equipo médico tras realizarle estudios que confirmaron la necesidad de un procedimiento inmediato para controlar el nuevo episodio de sangrado cerebral.

“La Fundación Santa Fe de Bogotá informa, por solicitud de la familia, que el paciente Miguel Uribe Turbay requirió traslado hace unos minutos a salas de cirugía para intervención neuroquirúrgica de urgencia”, señala el parte oficial, firmado por el director médico Adolfo Llinás Volpe.

Antes de esta nueva cirugía, Uribe Turbay ya había sido sometido a una primera intervención para estabilizar su condición, en medio de un cuadro neurológico complejo. El seguimiento postoperatorio mostró una evolución estable dentro de lo esperado, aunque sin cambios significativos en su estado general.

El parte anterior había indicado que el paciente se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos neurológica, con “monitoreo permanente de todos los parámetros pertinentes”. Sin embargo, el agravamiento clínico obligó a esta nueva acción médica urgente.

Tras la segunda cirugía, los exámenes tomográficos realizados indican que no se han presentado nuevos hallazgos que agraven el cuadro ya identificado. A pesar de ello, el pronóstico sigue siendo reservado.

“El paciente permanece hemodinámicamente estable y su condición clínica sigue siendo crítica, con pronóstico neurológico reservado”, concluyó el reporte médico.

El caso de Miguel Uribe ha generado un amplio rechazo por parte de distintos sectores políticos, sociales y religiosos, que han exigido garantías para el ejercicio democrático y la protección de la vida de los líderes públicos en el país.

Mientras se mantiene la atención médica intensiva, la opinión pública continúa a la expectativa del desarrollo de su evolución clínica, mientras avanza también la investigación judicial contra el presunto autor del ataque.