La Fiscalía General de la Nación logró reunir elementos materiales probatorios que vinculan a Luis Alfonso Cuero Hernández con el asesinato de Arley Mejía Saldaña, firmante del Acuerdo de Paz, ocurrido el 12 de diciembre de 2019 en la ciudad de Cali. El crimen, que generó rechazo entre organizaciones defensoras de derechos humanos y sectores del proceso de paz, vuelve a estar en el centro del debate tras la nueva imputación.

De acuerdo con la investigación, Cuero Hernández habría facilitado una vivienda ubicada en el sector de El Vallado, en el oriente de la capital vallecaucana, para que se llevara a cabo el homicidio. Mejía Saldaña fue citado a ese lugar por un grupo de personas que posteriormente lo atacó con armas cortopunzantes, causándole la muerte. Su cuerpo fue trasladado al barrio Mojica, donde fue hallado por las autoridades horas después del crimen.

La Fiscalía sostiene que Luis Alfonso Cuero Hernández no solo fue cómplice por omisión al negarse a prestar auxilio a la víctima, sino que además intervino activamente en el encubrimiento del delito. Presuntamente, tras el asesinato, recogió en bolsas de basura los elementos que podían servir como evidencia y alteró la escena del crimen con el fin de entorpecer la labor de los investigadores y desviar la atención de los equipos de policía judicial.

Estos hallazgos llevaron a una fiscal de la Unidad Especial de Investigación (UEI) a imputarle los delitos de homicidio agravado y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio. A pesar de los contundentes indicios presentados por el ente acusador, el procesado no aceptó los cargos.

Medida de aseguramiento y avance judicial

Una juez de control de garantías acogió la solicitud de la Fiscalía y dictó medida de aseguramiento en centro carcelario contra Cuero Hernández, quien permanecerá privado de la libertad mientras avanza el proceso judicial en su contra.

Este nuevo avance en el caso representa un paso relevante en el esclarecimiento de los homicidios cometidos contra excombatientes firmantes del Acuerdo de Paz. Desde la firma del pacto en 2016, más de 400 personas en proceso de reincorporación han sido asesinadas en distintas regiones del país, de acuerdo con cifras de organismos internacionales y entidades estatales.

Arley Mejía Saldaña hacía parte del grupo de excombatientes que se acogieron al Acuerdo Final firmado entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla de las FARC-EP. Su asesinato fue denunciado en su momento como parte de una serie de ataques sistemáticos contra firmantes del proceso de paz, especialmente en zonas donde persisten disputas por el control territorial y económico de actividades ilícitas.

El caso vuelve a llamar la atención sobre la necesidad de reforzar las medidas de seguridad para los firmantes, así como de avanzar en investigaciones eficaces que permitan llevar a los responsables ante la justicia y evitar la impunidad.