Antonio Cuadros, primo del padrastro del menor Lyan Hortúa, fue asesinado en el barrio Bretaña de Cali, apenas horas después de la liberación del niño de 11 años que permaneció secuestrado durante 18 días en Jamundí.

Según información preliminar de las autoridades, Cuadros habría sido quien entregó el dinero del rescate exigido por las disidencias de las FARC para liberar al menor, quien fue secuestrado el pasado 3 de mayo.

El crimen ocurrió mientras la víctima desayunaba en una panadería del barrio Bretaña junto a una mujer de 52 años y un menor de edad. Sicarios interceptaron el lugar y dispararon en varias oportunidades contra Cuadros.

“Fue abordado por la espalda y comprometieron su vida con arma de fuego. Una situación por demás censurable y condenable”, declaró el personero de Cali, Gerardo Mendoza.

La víctima recibió dos impactos de bala en la espalda que le causaron la muerte. La mujer que lo acompañaba resultó herida y fue trasladada a un centro asistencial, mientras que el menor de edad salió ileso del ataque.

Participación activa en la liberación

El personero Mendoza confirmó que Cuadros había estado activamente involucrado en las gestiones para recuperar al menor secuestrado. “Era una persona que clamó junto con la Personería y con aquellas fuerzas vivas que reclamamos la libertad de Lyan. Estuvo muy presente, muy pendiente”, señaló.

“Escuché de familia allí presente en el sitio que era Antonio quien había participado en la entrega del dinero. Todo está dentro de los supuestos y tendrán las autoridades competentes que esclarecer ese tipo de afirmaciones”, agregó el funcionario.

Las autoridades investigan si el asesinato está directamente relacionado con el caso del secuestro y los móviles que llevaron al crimen.

El menor fue liberado el miércoles 21 de mayo en el sector La Liberia, zona rural de Jamundí, y entregado a una comisión de la Defensoría del Pueblo tras 18 días de cautiverio en manos del frente Jaime Martínez de las disidencias de las FARC, comandado por ‘Iván Mordisco’.

Según testimonios de la familia, Lyan estuvo esposado durante cuatro de los 18 días de secuestro al interior de una casa custodiada por perros. “Fueron noches muy tristes, duró cuatro días amarrado, humillado y estaba esperando siempre que nosotros saliéramos a ayudarlo”, relató Joshua Suárez, padrastro del menor.

El secuestro ocurrió el 3 de mayo cuando sujetos armados irrumpieron en la casa familiar en Jamundí y se llevaron a la fuerza al niño junto con una empleada doméstica, quien fue liberada pocas horas después en una zona rural.

Familia confirmó pago del rescate

Sebastián Bonilla, tío del menor, confirmó a medios de comunicación que la familia decidió pagar la extorsión ante la falta de avances en las investigaciones oficiales.

“Nosotros al ver la poca eficiencia de la autoridad y con toda la zozobra de que le pudiera pasar algo pagamos el rescate. El valor me lo reservo por seguridad del niño y de nosotros, pero nos vimos en la obligación de pagar un rescate”, declaró Bonilla, quien agregó que el pago los dejó endeudados.

Durante los 18 días de cautiverio, la población del Valle del Cauca y de todo el país se movilizó exigiendo la liberación del menor mediante velatones y manifestaciones públicas. La incertidumbre creció a medida que pasaban los días hasta que las autoridades confirmaron que las disidencias de las FARC estaban detrás del secuestro.

Tras su liberación, Lyan fue trasladado a la Fundación Valle del Lili en Cali para recibir atención médica y verificar su estado de salud. El reencuentro con su madre, Angie Bonilla, y demás familiares fue emotivo, con un abrazo que duró varios minutos.

El personero Mendoza expresó su rechazo al asesinato de Cuadros: “Ayer fue un día de celebración y hoy de luto. No pueden perpetuarse la criminalidad a partir de situaciones como esa”.

 

 

 

Con información de wradio, caracol radio y noticias rcn