El turbio transfondo del secuestro y liberación del niño Lyan Hortúa

Por: Maria Jose Salcedo

23 mayo, 2025

El turbio transfondo del secuestro y liberación del niño Lyan Hortúa

Lyan Hortúa, un menor de 11 años, fue liberado el pasado 21 de mayo tras permanecer 18 días en cautiverio, luego de ser secuestrado en el corregimiento de Potrerito, en Jamundí, Valle del Cauca. El rescate, según informaron familiares al diario El Tiempo, fue de cuatro mil millones de pesos, suma que habría sido negociada directamente por su padrastro, Jorsuar Suárez, con los captores, presuntos integrantes de la disidencia de las Farc conocida como la columna ‘Jaime Martínez’.

El menor fue entregado a una prima de la familia en una operación que se concretó en Santander de Quilichao, Cauca. Durante el proceso, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) participó como facilitadora en las negociaciones, y la Policía Nacional, a través del Gaula, acompañó a la familia desde el inicio del caso.

Secuestro en Potrerito: un operativo planificado

El rapto ocurrió en la noche del 3 de mayo, cuando alrededor de diez hombres armados y encapuchados irrumpieron en una vivienda de la Parcelación Reservas del Río Claro, en el sur de Jamundí. Los atacantes violentaron una malla perimetral para acceder a la propiedad y, tras confundir a la empleada doméstica con Angie Bonilla, madre del menor y reconocida empresaria del sector joyero, se llevaron al niño junto con la trabajadora, quien fue liberada horas más tarde.

Según reveló el medio Semana, el secuestro estaría vinculado con una compleja red de deudas entre narcotraficantes, lo que podría desencadenar una escalada de violencia en la región. Las autoridades sospechan que el rapto fue ordenado por el narcotraficante conocido como Diego Rastrojo, como parte de un ajuste de cuentas contra la familia Suárez-Bonilla.

Negociaciones tensas y liberación del menor

Durante el tiempo en cautiverio, Lyan fue llevado inicialmente al corregimiento de Villa Colombia, en Jamundí, y posteriormente trasladado al norte del Cauca. Según relató Jorsuar Suárez, el niño fue visto en dos videollamadas durante las negociaciones, en las cuales manifestó que estaba siendo tratado bien. Sin embargo, tras su liberación, reveló que permaneció entre tres y cuatro días amarrado.

La exigencia inicial de los captores fue de cinco mil millones de pesos, pero la cifra fue reducida a cuatro mil millones tras varias rondas de diálogo. Aunque entre el 10 y 11 de mayo se estuvo cerca de lograr la liberación, esta se concretó finalmente una semana después.

Estado de salud y atención médica

Una vez recuperado, Lyan fue trasladado a la Clínica Valle del Lili, en Cali, donde fue sometido a exámenes médicos y psicológicos. Según el parte oficial, el menor se encuentra estable y continuará recibiendo atención multidisciplinaria para asegurar su bienestar físico y emocional.

Hasta el momento no se han registrado capturas relacionadas con el caso, aunque las autoridades continúan investigando. Las indagaciones apuntan a que el secuestro fue un acto premeditado, cuyo objetivo inicial era capturar a Angie Bonilla o a su pareja, quienes al parecer mantenían una millonaria deuda con organizaciones del narcotráfico. Al no encontrarlos, los secuestradores optaron por llevarse al niño, una decisión que algunos miembros del grupo armado calificaron como un “error”.

Jorsuar Suárez expresó su descontento por la reacción inicial de las autoridades, afirmando que no recibió apoyo inmediato la noche del secuestro. Sin embargo, voceros de la Policía aseguraron que se activaron los protocolos correspondientes desde el día siguiente al hecho.

El caso ha generado preocupación en organismos de derechos humanos y entre las autoridades locales, debido al riesgo de que este tipo de secuestros extorsivos escale a enfrentamientos violentos en el suroccidente colombiano. El uso de menores en disputas del narcotráfico es un fenómeno que ha sido alertado por entidades nacionales e internacionales, quienes insisten en la necesidad de reforzar la presencia estatal y las estrategias de seguridad en la región.