El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, presentó este lunes un ambicioso plan para reformar la política migratoria del país. Desde Downing Street, anunció la publicación de un libro en blanco que plantea cambios drásticos en el acceso a la ciudadanía, los visados laborales y los requerimientos lingüísticos para quienes deseen establecerse de manera permanente en territorio británico.

Entre las principales medidas del plan está aumentar de cinco a diez años el periodo mínimo de residencia requerido para solicitar la ciudadanía, así como la eliminación de visados especiales para empleados en el sector del bienestar humano. “Si quieres vivir en Reino Unido, deberías hablar inglés. Es sentido común, por eso estamos aumentando los requisitos de idioma en todas las rutas principales de inmigración”, expresó Starmer al justificar su dominio básico del idioma.

If you want to live in the UK, you should speak English. That’s common sense.

So we’re raising English language requirements across every main immigration route.

— Keir Starmer (@Keir_Starmer) May 12, 2025

Presión política tras el avance del partido Reform

La iniciativa llega diez días después del avance del partido antiinmigración Reform UK, liderado por Nigel Farage, en las elecciones locales parciales. Esto ha generado presión sobre el gobierno laborista para adoptar una postura más estricta frente al aumento de la migración que afronta el país.

Además, el plan establece que solo las personas que posean un título universitario podrán aplicar a visado para trabajadores cualificados, mientras que se eliminarán los permisos para los empleos que no cumplan estas condiciones. Por otro lado, se intensificará la finalización sobre empresas no competentes que, según Starmer, “abusan del sistema” al contratar mano de obra extranjera con salarios bajos en lugar de invertir en el talento local.

Cifras récord de migración y un sistema bajo cuestionamiento

El primer ministro fue enfático al señalar que el modelo actual “no es control, es caos”. Según los datos oficiales, la migración neta en el Reino Unido alcanzó las 728.000 personas en el año hasta junio de 2024, casi el tamaño de la población de la ciudad de Birmingham. Starmer criticó que el sistema “está casi diseñado para cometer abusos”, lo que ha deteriorado la confianza pública.

El gobierno británico adelantó que los detalles completos del plan serán revelados a lo largo del día, como parte de un esfuerzo por “retomar el control de fronteras” y establecer un nuevo modelo migratorio más ordenado, sostenible y adaptado a las prioridades del país.