El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció la suspensión de la Línea de Crédito Flexible (FCL, por sus siglas en inglés) que mantenía con Colombia, una decisión que comenzó a regir desde el 26 de abril de 2025.

Según lo explicó Julie Kozack, directora de comunicaciones del FMI, la continuidad del acceso a esta herramienta financiera dependía de la finalización de la consulta del Artículo IV y de una revisión intermedia posterior. “El acuerdo de FCL se aprobó el 26 de abril de 2024, por un período de dos años, con una revisión intermedia para evaluar la calificación continua”, señaló Kozack.

La Línea de Crédito Flexible es un instrumento destinado a países con políticas económicas sólidas, diseñado para proporcionar un acceso rápido a recursos en caso de choques externos o crisis de liquidez. Con esta decisión, Colombia deja de contar con este respaldo financiero internacional.

El contexto fiscal colombiano también ha sido tema de análisis. Con un Producto Interno Bruto (PIB) que cerró en 2024 en 1.700 billones de pesos, el país enfrenta un retraso acumulado en el gasto público de aproximadamente 48 billones de pesos. Estos rezagos, que se están liquidando en 2025, compiten directamente con los recursos presupuestarios proyectados para el presente año.

La situación fiscal ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad del gasto público y la capacidad del país para responder ante eventos económicos adversos.

Reacciones desde los sectores político y económico

La suspensión de la FCL generó diversas reacciones en Colombia. Desde el ámbito político, Vicky Dávila, candidata presidencial para las elecciones de 2026, indicó que la pérdida de esta herramienta complicaría la adquisición de deuda en escenarios de emergencia. Dávila resaltó que la línea de crédito estaba disponible para economías consideradas sólidas y expresó preocupación por el nivel de endeudamiento actual.

Por su parte, María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), subrayó la necesidad de corregir el déficit fiscal, controlar el gasto público y fortalecer el crecimiento económico. Lacouture advirtió que el tiempo para recuperar la confianza de los mercados es limitado.

Desde el sector académico, el rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, calificó la decisión del FMI como un indicador de dudas sobre el manejo fiscal y macroeconómico del país. Restrepo recordó que durante situaciones como la pandemia, la línea de crédito flexible sirvió como respaldo clave para la economía nacional.

El exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, también se refirió a la noticia, comparando la FCL con una “llanta de repuesto” que el país pierde en un momento de alta incertidumbre económica global. Cárdenas señaló que la falta de un plan fiscal sólido habría influido en la evaluación negativa del FMI sobre la situación colombiana.

La suspensión de la Línea de Crédito Flexible puede tener implicaciones en la percepción de riesgo país, afectar el costo de financiamiento externo y reducir la capacidad de respuesta ante shocks económicos. Expertos en el tema señalan que la prioridad ahora debe ser el fortalecimiento de las finanzas públicas y la recuperación de la confianza de los inversionistas internacionales.

Mientras tanto, el Gobierno colombiano no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las acciones que adoptará tras la decisión del Fondo Monetario Internacional.