El economista Mark Carney juró este viernes como el vigesimocuarto primer ministro de Canadá, reemplazando a Justin Trudeau en un momento crítico para las relaciones con Estados Unidos, caracterizado por disputas arancelarias y declaraciones polémicas del presidente Donald Trump.

La ceremonia de investidura se celebró en Ottawa, donde poco antes, Trudeau se reunió con la gobernadora general Mary Simon, representante del rey Carlos III, para formalizar su renuncia tras más de nueve años al frente del gobierno canadiense. Junto a Carney, tomaron posesión los miembros de su gabinete, que mantiene a varios ministros de la administración anterior.

“Hoy creamos un gobierno adaptado a la situación. Los canadienses esperan que actuemos, y eso es lo que nuestro equipo va a hacer. Formamos un Consejo de ministros más pequeño y experimentado, que actuará rápido para garantizar nuestra economía y proteger el futuro de Canadá”, anunció Carney a través de la red social X.

Carney, exdirector del Banco Central de Canadá, asume el cargo después de que Trudeau anunciara su dimisión en enero ante la pérdida de respaldo político. El pasado domingo, Carney fue elegido nuevo presidente del Partido Liberal con aproximadamente el 86% de los votos.

Durante su discurso de aceptación, el nuevo mandatario dedicó especial atención a criticar las amenazas de Trump contra la economía y soberanía canadienses. “Canadá nunca jamás será parte de Estados Unidos, de ninguna manera”, afirmó tajantemente en respuesta a las sugerencias del presidente estadounidense sobre una posible anexión del país norteamericano.

Entre los primeros desafíos de Carney se encuentra decidir si disuelve el Parlamento y convoca elecciones anticipadas, ya que los comicios generales están previstos para octubre de este año. El Partido Liberal gobierna actualmente en minoría en la Cámara Baja, lo que significa que una coalición de los tres principales partidos opositores podría prosperar una moción de censura.

El cambio de liderazgo se produce en un contexto particularmente tenso con Estados Unidos, tras la implementación de nuevos aranceles a las importaciones impuestos por la administración Trump y sus polémicas declaraciones sugiriendo que Canadá podría convertirse en el estado número 51 de la unión americana.

Con información de dw