La violencia armada en el Catatumbo, Norte de Santander, ha generado una alarmante crisis humanitaria. Hasta el momento, se registran 22.690 personas desplazadas debido al conflicto entre el ELN y las disidencias de las FARC, según informó Luis Fernando Niño, alto consejero para la paz del departamento. Adicionalmente, alrededor de 1.500 personas permanecen atrapadas en zonas rurales como Teorama y La Gabarra, debido a retenes de grupos armados.

En Ocaña, se encuentran 5.770 personas distribuidas en cinco albergues, mientras que en Tibú la cifra alcanza las 5.860, según Niño. Además, 648 firmantes de paz están ubicados en zonas como La Galia, Pacheli y Caño Indio, bajo medidas de protección para evitar riesgos a la población civil.

El conflicto también ha cobrado vidas: hasta el momento, se reportan 80 muertes violentas, de las cuales 38 han sido confirmadas por Medicina Legal.

En Cúcuta, el alcalde Jorge Acevedo confirmó que hasta el lunes 11.060 personas desplazadas habían llegado a la ciudad. De estas, 1.400 cuentan con alojamiento en hoteles, mientras que el resto se encuentra en casas de familiares y amigos. La administración local está entregando insumos como colchonetas y almohadas, pero Acevedo enfatizó que las capacidades de atención están desbordadas.

“Esperamos que la ayuda del Gobierno Nacional nos permita brindar estabilidad. Este esfuerzo también incluye el apoyo de los ciudadanos, empresas privadas y la cooperación internacional”, declaró Acevedo. El lunes llegaron 24 toneladas de ayuda humanitaria, destinadas principalmente a Tibú, Ocaña y Cúcuta.

Dinámica del conflicto y abandono territorial

El conflicto armado ha transformado por completo la dinámica de municipios como Tibú, El Tarra, Convención, Hacarí, Ábrego y San Calixto. Richard Claro, alcalde de Tibú, expresó su preocupación por la desolación que predomina en las comunidades y el temor de que el desplazamiento masivo se vuelva irreversible.

Vicente, un habitante de la vereda Barrio Largo, relató: “De las 40 familias que vivían en mi sector, solo quedaban 15 cuando salimos el domingo”. Este testimonio refleja el temor generalizado que obliga a las familias a abandonar sus hogares y encomendar sus pertenencias a quienes deciden quedarse.

Autoridades locales y líderes comunitarios han pedido al Gobierno Nacional una intervención urgente para recuperar el control territorial, garantizar la seguridad y reactivar la economía en el Catatumbo. “Los catatumberos quieren regresar a sus casas, pero para eso necesitamos acción inmediata y sostenida del Estado”, manifestó el alcalde Acevedo.