La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, confirmó que la autorización se otorgó después de un exhaustivo análisis técnico y ambiental. “Se integraron las conclusiones del concepto técnico vinculante del Minambiente y se impusieron medidas de manejo ambiental para garantizar la sostenibilidad del proyecto”, señaló la funcionaria.

El director de la ANLA, Rodrigo Negrete Montes, resaltó la importancia estratégica del proyecto para Colombia, destacando su potencial para aumentar las reservas de gas y asegurar la autosuficiencia energética nacional.

El pozo Komodo-1 se localiza a 140 kilómetros de la costa, dentro de la zona económica exclusiva de Colombia, bajo la jurisdicción de las Capitanías de Puerto de Barranquilla, Santa Marta y Riohacha. El proyecto, enfocado en la exploración de gas seco, podría desarrollar un potencial de hasta 50 terapies cúbicos, equivalente a 17 veces las reservas actuales del país.

La Procuraduría General respaldó la decisión y calificó de “arbitraria” la suspensión anterior del proyecto, que se había producido en octubre por falta de este requisito ambiental. El procurador delegado para Asuntos Ambientales, Gustavo Guerrero, enfatizó la importancia del proyecto para garantizar la seguridad energética colombiana.

El proyecto abarca un área de 1,6 millones de hectáreas y representa una oportunidad significativa para el desarrollo energético del país, según las autoridades. La exploración se realizará en colaboración con Occidental Petroleum (Oxy), aunque Ecopetrol, actor clave en el sector, aún no se ha pronunciado sobre la reactivación de las actividades.

Con información de el colombiano y wradio