El conflicto alrededor de la venta de papas fritas congeladas en Colombia
Por: Maria José Salcedo
27 noviembre, 2024
Las papas fritas congeladas, convertidas en un esencial de la gastronomía colombiana, se encuentran en el centro de un conflicto comercial entre Colombia y la Unión Europea (UE). La controversia, que inició en 2019, ha escalado hasta la Organización Mundial del Comercio (OMC), que recientemente aprobó la creación de un grupo especial para investigar las quejas del bloque europeo respecto a los aranceles impuestos por Colombia.
El desacuerdo radica en los gravámenes ad valorem aplicados por Colombia a las papas fritas congeladas provenientes de Alemania, Bélgica y Países Bajos. Según el informe de “Medidas de Defensa Comercial”, los aranceles específicos son:
– Aviko B.V. (Países Bajos): entre 5,87 % y 44,52 % (para importadores no especificados como Farm Frites B.V.).
– Mydibel S.A. (Bélgica): 2,42 %.
– Agrarfrost GMBH (Alemania): 3,21 %.
La UE sostiene que estas medidas son desproporcionadas y violan los compromisos comerciales internacionales de Colombia. En mayo de 2024, solicitaron consultas para resolver las disputas, pero al no lograr un acuerdo, decidieron llevar el caso ante la OMC.
El grupo especial designado por la OMC tendrá 90 días para investigar si Colombia ha incumplido sus obligaciones comerciales. Este proceso se asemeja a un **laudo arbitral**, cuyo fallo podría tener implicaciones significativas para ambas partes.
El dumping: eje de la disputa
Colombia justifica los aranceles como una respuesta al fenómeno del dumping, una práctica comercial en la que un producto es vendido en un país importador a un precio inferior al del país exportador.
El Ministerio de Comercio colombiano señala que el dumping afecta la industria nacional, ocasionando:
– Pérdidas económicas para los productores locales.
– Deterioro de la competitividad en el mercado interno.
– Amenazas de daño continuo a la producción nacional.
Los acuerdos internacionales permiten imponer derechos antidumping cuando se demuestra esta práctica. Sin embargo, la UE argumenta que Colombia utilizó métodos defectuosos para recalcular el margen de dumping, inflando artificialmente las cifras y afectando injustamente a los productores europeos.
Esta disputa podría impactar las relaciones comerciales entre Colombia y la UE, uno de sus socios económicos más importantes. Según los expertos, si el dictamen de la OMC favorece al bloque europeo, Colombia podría verse obligada a reducir o eliminar los aranceles, lo que podría afectar a los productores locales.
Por otro lado, si Colombia demuestra que los aranceles son una medida legítima para proteger su industria nacional, se sentaría un precedente importante para otros países que enfrentan situaciones similares.