La Fiscalía General de la Nación formalizó la judicialización de Andrés Camilo Sotelo por el asesinato de Juan Felipe Rincón, hijo de un alto mando policial, en un caso que trasciende más allá del homicidio y genera múltiples interrogantes.

En la noche del lunes 25 de noviembre, el ente acusador imputó a Sotelo dos delitos graves: homicidio doloso agravado y porte ilegal de armas. “Los elementos de prueba obtenidos por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) indican que la víctima fue interceptada por varias personas, entre ellas Sotelo Torres, quien en medio de una discusión y en un acto de intolerancia, al parecer, le disparó con un revólver”, señaló la Fiscalía.

El crimen ocurrió el domingo 24 de noviembre hacia las 11:30 de la mañana en el barrio Quiroga, dejando además tres personas heridas. El general José Daniel Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, confirmó inicialmente el violento suceso.

Un giro inesperado reveló testimonios que sugieren un móvil aún más complejo. Una testigo declaró a Blu Radio que el altercado podría estar relacionado con supuestas conversaciones inapropiadas de Rincón con dos menores de edad, una de 15 y otra de 8 años.

Durante la diligencia judicial, Sotelo rechazó los cargos. El proceso se encuentra momentáneamente suspendido debido a que el imputado requiere una intervención quirúrgica tras resultar herido durante el incidente, presumiblemente por la reacción del escolta de la víctima.

El caso cobra especial relevancia por tratarse del hijo de William Rincón, uno de los altos mandos más importantes de la Policía Nacional, generando conmoción nacional por las circunstancias del crimen y los señalamientos adicionales.

La investigación continúa abierta para esclarecer los verdaderos acontecimientos y determinar la responsabilidad penal de los involucrados.