Más de 4.000 emberá llegan a Bogotá y se instalan en el CAN

Por: Elizabeth Montoya

26 noviembre, 2024

Una nueva oleada migratoria sacude la capital colombiana después de que más de 4.000 indígenas Emberá, incluyendo 600 niños, arribaran en 68 buses procedentes de Risaralda, superando significativamente las proyecciones iniciales de 2.000 personas.

Miguel Silva Moyano, secretario de Gobierno de Bogotá, confirmó el ingreso de los primeros 43 vehículos alrededor de las 10:45 p.m., quienes se dirigieron directamente al Centro Administrativo Nacional (CAN) para presentar un pliego de peticiones a la Agencia Nacional de Tierras (ANT).

Silva Moyano ya había advertido sobre la inminente llegada de estos indígenas a la medianoche del lunes 25 de noviembre, aunque la estimación inicial era de 2000. “Ocupaciones como la del Parque Nacional no deben volver a presentarse”, enfatizó el funcionario.

Como medida preventiva, las autoridades implementaron un operativo de seguridad que incluyó el cierre temporal de accesos en la carrera Séptima entre la calle 34 y la diagonal 40, buscando evitar una nueva ocupación del Parque Nacional.

El alcalde Carlos Fernando Galán hizo un llamado urgente al Gobierno nacional para asumir la responsabilidad de garantizar condiciones dignas de estadía y acelerar el proceso de retorno de la comunidad a sus territorios originales.

La llegada masiva reaviva el complejo panorama humanitario que enfrenta esta comunidad, especialmente con la llegada de más de 600 niños entre los migrantes, lo que demanda una atención prioritaria en salud, educación y protección.

En sus redes sociales, el concejal Daniel Briceño instó al alcalde Carlos Fernando Galán a “brindarles toda la atención y garantías”, declaró Briceño .

En septiembre, 844 embera ya habían sido trasladados a sus territorios originales en Risaralda y Chocó, mientras 170 fueron reubicados en Bogotá. Sin embargo, Gerardo Jumi Tapias, de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), denunció la falta de infraestructura básica en estas zonas.

La Administración distrital ha defendido sus acciones, destacando acompañamientos en salud, bancarización y transferencias monetarias. No obstante, con más de 1.700 embera ya residiendo en Bogotá, la ciudad enfrenta el desafío de conciliar las demandas sociales con los limitados recursos logísticos y financieros para atender a esta población vulnerable.