Nueva tensión diplomática entre Colombia y Venezuela por reconocimiento electoral de Nicolás Maduro

Por: Maria José Salcedo

31 octubre, 2024

Nueva tensión diplomática entre Colombia y Venezuela por reconocimiento electoral de Nicolás Maduro

La postura del gobierno de Gustavo Petro sobre el reconocimiento del mandato de Nicolás Maduro ha desatado un intenso debate en Colombia y generado reacciones en Venezuela. Desde que Petro declaró que no reconocerá los resultados de las elecciones del 28 de julio en Venezuela sin la presentación de las actas electorales, el tema ha sido objeto de críticas y posturas firmes tanto en el ámbito local como en el internacional.

El exrector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, cuestionó esta postura por su aparente falta de claridad, sugiriendo que Colombia podría extender su decisión hasta el 2030. En respuesta, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, precisó en sus redes sociales que el plazo para que Venezuela presente las actas electorales expira antes de la conclusión del actual periodo presidencial, el 10 de enero de 2025. Según Murillo, si no se cumple con esta exigencia, Colombia se abstendrá de reconocer los resultados de las elecciones venezolanas.

La reciente visita del canciller de Venezuela, Yván Gil, a Colombia durante la Cumbre de Naciones Unidas para la Biodiversidad (COP16) en Cali ha exacerbado el ambiente diplomático entre ambas naciones. Durante un encuentro entre Gil y Murillo, la cuestión de la transparencia electoral en Venezuela se puso en el centro de la agenda. Gil defendió la legitimidad del proceso electoral y la reelección de Maduro, mientras que Murillo reiteró que Colombia solo reconocerá al gobierno venezolano si se verifican los resultados electorales mediante la publicación de las actas correspondientes.

Al respecto, Gil señaló que “la posición de los venezolanos respecto a Venezuela es avanzar y reelegir a Nicolás Maduro”, mientras Murillo mantuvo la postura colombiana de que sin las actas, el reconocimiento del nuevo mandato será imposible. El encuentro cerró sin consensos, reflejando las tensiones entre ambos gobiernos.

Respuesta de Yván Gil: Una advertencia a Colombia

Las declaraciones del canciller colombiano Murillo llevaron a Gil a pronunciarse en redes sociales, donde advirtió que Colombia se “arrepentirá de la constante intromisión en los asuntos internos de Venezuela”. En Telegram, el ministro venezolano acusó a Murillo de actuar “de manera pusilánime” y sugirió que detrás de las declaraciones colombianas existen influencias de sectores opositores y de Estados Unidos.

El comentario de Gil subraya la postura venezolana de defender la reelección de Maduro como legítima y de rechazar cualquier cuestionamiento externo. Gil insistió en que el único con autoridad para reconocer los resultados es el pueblo de Venezuela y acusó a Colombia de “chantaje” al condicionar el reconocimiento.

La falta de transparencia en el proceso electoral venezolano ha sido motivo de controversia no solo para Colombia, sino también para la comunidad internacional. Según el artículo 155 de la Ley Orgánica de los Procesos Electorales de Venezuela, el Consejo Nacional Electoral (CNE) debe publicar los resultados de votación en la Gaceta Electoral en un plazo de 30 días tras la proclamación de los candidatos. Sin embargo, a tres meses de los comicios del 28 de julio, el CNE no ha oficializado los resultados que revalidarían el triunfo de Maduro, situación que deja interrogantes sobre la transparencia del proceso.

Durante una rueda de prensa en Cali, Gil afirmó que el “pueblo venezolano habló y el Consejo Nacional Electoral emitió su pronunciamiento”, pese a que los resultados oficiales aún no se han publicado, lo que complica aún más el reconocimiento internacional del mandato de Maduro.

Posibles escenarios de relación bilateral

A medida que se acerca el fin del mandato actual de Nicolás Maduro, la postura colombiana y su insistencia en la presentación de las actas electorales antes de enero de 2025 será decisiva para definir la relación bilateral. Colombia ha sugerido la posibilidad de un “gobierno de cohabitación” en Venezuela, en el que el oficialismo y la oposición alternen el poder hasta 2031, lo cual podría contribuir a estabilizar el clima político en el país vecino.

La situación plantea un reto para las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, en un contexto en el que ambos gobiernos parecen mantener posturas irreconciliables. Mientras Venezuela se mantiene firme en la defensa de la reelección de Maduro, Colombia persiste en su demanda de transparencia como requisito para el reconocimiento, lo cual podría influir en las dinámicas regionales en los próximos años.