En un trágico suceso ocurrido en el barrio Bendición de Dios de Barrancabermeja, Santander, una mujer de 34 años, identificada como “Yurley”, perdió la vida tras ser atacada con un arma blanca en el pecho, presuntamente por su pareja sentimental. El hecho ha generado conmoción en la comunidad y ha reavivado el debate sobre la violencia de género en la región.

La agresión tuvo lugar en la residencia donde Yurley compartía un momento con amigos. Según versiones preliminares, el ataque habría sido motivado por un episodio de celos, y el presunto agresor, que sería su compañero sentimental, reaccionó de manera violenta e inesperada. Testigos informaron que, luego de ser herida, Yurley intentó buscar ayuda, y fue trasladada con signos vitales al Hospital Regional del Magdalena Medio. Sin embargo, debido a la gravedad de las lesiones, la víctima falleció poco después de su ingreso.

Las autoridades han iniciado las investigaciones para esclarecer las circunstancias exactas que rodearon el ataque y confirmar la identidad completa de la mujer. Con base en los testimonios recopilados en el lugar de los hechos, la hipótesis principal que manejan las autoridades apunta a un posible feminicidio motivado por conflictos de pareja. Se espera que en los próximos días se obtengan más detalles que ayuden a confirmar esta línea de investigación y a establecer la responsabilidad del presunto agresor.

La comunidad de Barrancabermeja, consternada por el suceso, ha mostrado su apoyo a la familia de la víctima y pide una respuesta contundente de las autoridades. En este contexto, organizaciones defensoras de los derechos de la mujer en la región han expresado su indignación y demandan medidas efectivas para proteger a las mujeres frente a situaciones de violencia de género.

El caso ha vuelto a poner sobre la mesa la preocupación por el aumento de casos de violencia de género en Santander, y ha llevado a las autoridades a reiterar su llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier acto de violencia doméstica. Con el objetivo de prevenir futuros casos de feminicidio, las instituciones locales están revisando las estrategias de atención y fortalecimiento de las medidas de respaldo y protección a las mujeres en la región.

Este hecho no es aislado; la violencia de género ha sido motivo de creciente preocupación en Santander y en el país en general. Según reportes de entidades de protección a la mujer, los casos de agresión hacia mujeres en el entorno doméstico y de pareja han aumentado en los últimos años.

Mujer fue degollada en La Gabarra, Norte de Santander

En otro hecho de violencia contra la mujer, el corregimiento de La Gabarra, en el municipio de Tibú, Norte de Santander, se encuentra consternada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Yexica Carina Rivera Abreu, una venezolana de 34 años, cuyo cadáver fue encontrado en la vereda Trocha Ganadera el pasado viernes en la noche. Rivera Abreu fue degollada y su cuerpo fue encontrado en un sendero del sector, un crimen que ha sido ampliamente rechazado por organizaciones comunales y sociales de la región.

El hallazgo ocurrió alrededor de las 7:00 de la noche del viernes, cuando un hombre que transitaba por el sendero se percató de la escena y alertó a los vecinos del corregimiento. No fue sino hasta la mañana del sábado que las autoridades locales llegaron al lugar para realizar la inspección técnica y el levantamiento del cuerpo.

Según información preliminar, el homicidio habría ocurrido apenas un par de horas antes del descubrimiento del cadáver. La víctima, quien llevaba aproximadamente siete años viviendo en la comunidad de La Gabarra, era conocida y apreciada por varios de sus habitantes, quienes expresaron su pesar y exigieron justicia.

En un principio, la comunidad especuló que el asesinato podría haber sido producto de un robo, ya que Rivera Abreu estaba en proceso de realizar un intercambio de su motocicleta por un carro. Sin embargo, esta hipótesis fue descartada rápidamente cuando los investigadores encontraron que la víctima llevaba puestas varias prendas de oro, un hecho que sugeriría que el móvil del asesinato no fue un hurto.

“Si hubiera sido un robo, los ladrones no le habrían dejado esas prendas”, comentó un residente de La Gabarra al respecto.

Con la hipótesis del robo descartada, la investigación se ha centrado en la relación de Rivera Abreu con su expareja, un hombre reconocido en el corregimiento por su participación en la vida comunal y, supuestamente, miembro de una asociación local. Según algunos conocidos de la víctima, la pareja se encontraba en proceso de separación y división de bienes, una situación que habría generado múltiples conflictos.

Algunos allegados relataron que la víctima había tenido discusiones con su expareja, quien presuntamente la habría amenazado de muerte en caso de verla con otra persona. “No tenemos claro si fue por celos o porque no quería darle lo que le correspondía en la separación. Lo que esperamos es que se investigue y se haga justicia”, expresó un habitante de La Gabarra, reflejando la incertidumbre de la comunidad frente a los motivos detrás del crimen.