Síndrome del bebé sacudido, la razón por la que un hombre será ejecutado mañana en EE.UU.
Por: Maria José Salcedo
16 octubre, 2024
Robert Roberson, condenado a la pena de muerte por la muerte de su hija Nikki en 2002, podría ser el primer caso en Estados Unidos en el que se ejecuta a una persona bajo la hipótesis del “síndrome del bebé sacudido”. Este controvertido diagnóstico ha sido objeto de crecientes cuestionamientos en la comunidad médica y legal, generando dudas sobre la culpabilidad de Roberson, quien está programado para ser ejecutado el próximo 17 de octubre en Texas.
El 31 de enero de 2002, Nikki, una niña de dos años, llegó al hospital en estado de coma. Según Roberson, encontró a su hija inconsciente en el suelo al despertar, la consoló y la volvió a acostar. A la mañana siguiente, la llevó de urgencia al hospital, donde fue declarada muerta. Roberson fue acusado de haber causado la muerte de Nikki por sacudirla violentamente, provocándole lesiones cerebrales graves que supuestamente corresponden al “síndrome del bebé sacudido”.
Diagnóstico cuestionado
Durante el juicio, un pediatra presentó como prueba la inflamación y hemorragias en el cerebro de Nikki, lo que llevó al diagnóstico del “síndrome del bebé sacudido”. Sin embargo, estudios biomecánicos recientes y revisiones médicas han puesto en duda la validez de este diagnóstico. A lo largo de los años, la hipótesis ha sido criticada por su falta de evidencia científica clara y consistente.
Innocence Project, una organización dedicada a defender a personas condenadas injustamente, ha tomado el caso de Roberson con el objetivo de demostrar su inocencia. Según la organización, Nikki padecía una enfermedad crónica y había sufrido una caída de la cama la noche anterior a su muerte. Además, señalan que Roberson tiene autismo, lo que afectó su comportamiento emocional durante el juicio. Su aparente falta de emoción fue interpretada por el jurado como indiferencia, un factor que habría influido en su condena.
Nueva evidencia y peticiones de clemencia
Los abogados de Roberson han presentado nueva evidencia que, según ellos, respalda la hipótesis de que Nikki falleció por causas naturales y accidentales, y no por maltrato. El equipo legal argumenta que el diagnóstico original del “síndrome del bebé sacudido” fue basado en pruebas científicas inexactas y desactualizadas, y que el juicio de 2002 estuvo plagado de errores procesales.
A solo días de la ejecución, los abogados de Roberson han solicitado una clemencia ante la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas. El objetivo es que la junta recomiende al gobernador del estado, Greg Abbott, la conmutación de la pena de muerte de Roberson. Sin embargo, Abbott ha concedido un solo indulto en los nueve años que lleva como gobernador, lo que reduce las esperanzas de evitar la ejecución.
Además de la petición de clemencia, los abogados de Roberson también están pidiendo una nueva audiencia, en la que se puedan presentar las pruebas que no fueron debidamente evaluadas durante el juicio. Consideran que las nuevas evidencias médicas y científicas podrían cambiar el veredicto, demostrando que la muerte de Nikki fue un accidente y no un homicidio.
Impacto del caso en el sistema judicial
El caso de Robert Roberson ha generado un debate sobre el uso de diagnósticos médicos controvertidos en los juicios penales. El “síndrome del bebé sacudido” ha sido un diagnóstico clave en varios casos de condenas por maltrato infantil, pero a medida que la comunidad científica sigue revisando su validez, estos casos enfrentan un escrutinio cada vez mayor. La ejecución de Roberson podría sentar un precedente importante en el sistema de justicia estadounidense, tanto en el uso de pruebas científicas como en la aplicación de la pena de muerte.
La ejecución está programada para este 17 de octubre, a menos que el Tribunal de Apelaciones Penales de Texas o el gobernador intervengan para detenerla. Mientras tanto, Innocence Project y el equipo legal de Roberson continúan luchando por demostrar su inocencia y evitar lo que consideran una grave injusticia.