Revolución en la ciencia del olfato: los humanos detectan olores más rápido de lo creído
Por: Elizabeth Montoya
14 octubre, 2024
Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Human Behaviour ha sacudido los cimientos de nuestra comprensión sobre el sentido del olfato humano. La investigación, liderada por científicos del Instituto de Psicología de la Academia China de Ciencias, revela que la percepción olfativa es mucho más veloz y precisa de lo que se pensaba hasta ahora.
Contrario a la creencia generalizada de que el olfato es un sentido “lento”, el estudio demuestra que el cerebro humano puede detectar cambios químicos sutiles en cuestión de milisegundos. “Estos resultados apoyan la existencia de un código temporal para la identidad de los olores, que funciona más rápido de lo que pensábamos”, afirman los autores del estudio.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores desarrollaron un dispositivo innovador capaz de controlar la emisión de olores con una precisión asombrosa de 18 milisegundos, equivalente a la duración de un fotograma en una pantalla estándar de 60 Hz. Utilizando este instrumento, crearon mezclas temporales de olores, presentando dos aromas en secuencia con intervalos medidos con extrema precisión.
El equipo realizó cinco experimentos con 229 participantes, descubriendo que los sujetos podían distinguir entre dos compuestos olorosos (A y B) presentados en diferentes órdenes, con un retraso de solo 60 milisegundos entre ellos. “Esto es aproximadamente un tercio del tiempo que se tarda en parpadear”, explican los científicos, subrayando la sorprendente rapidez de esta percepción.
Curiosamente, la capacidad de los participantes para diferenciar los olores mejoraba con retrasos más largos entre los compuestos y no dependía del conocimiento previo del orden correcto. “Los participantes podían distinguir A antes que B de B antes que A por el olor, aunque no pudieran identificar el orden específico”, señala el estudio.
Es importante destacar que factores como la intensidad del olor, lo agradable, lo picante o la cantidad total de moléculas odorantes en una inhalación no influyeron en esta capacidad de distinción. Esto sugiere que el cerebro procesa la información olfativa de manera mucho más sofisticada y rápida de lo que se creía anteriormente.
Esta investigación no solo desafía nuestra comprensión del sentido del olfato, sino que también equipara su sensibilidad temporal con la percepción del color, tradicionalmente considerada mucho más rápida. Los hallazgos abren nuevas vías para la investigación en neurociencia y podrían tener implicaciones significativas en campos tan diversos como la gastronomía, la perfumería y la detección de sustancias peligrosas.