Un tribunal en Veracruz, México, ha dictaminado dos años de prisión preventiva para Yésica Anahí Ramírez Marín, principal sospechosa en el caso del secuestro de seis jóvenes colombianas con fines de explotación sexual. La medida cautelar se mantendrá mientras avanzan las investigaciones sobre este caso que ha tensionado las relaciones diplomáticas entre ambos países.

La Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia Contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños y de Trata de Personas de Veracruz reveló que la acusada, conocida con el alias “Lilith”, reclutaba a las víctimas para posteriormente explotarlas sexualmente.

“Ella las publicitaba para ofrecer servicios sexuales y de acompañamiento a hombres que las contactaban. Por estos servicios, Yésica Anahí se beneficiaba económicamente”, declaró el ente investigador. Las víctimas identificadas son: Derlys Dayana Paneso Taborda, Yarlín Giraldo Soto, Sofía Vásquez Giraldo, Michel Daniela Morales, Layma Argenis Parra Cerquera y Maranyeli Michel Chacón Álvarez.

La medida cautelar de dos años permite a las autoridades realizar investigaciones complementarias antes de iniciar el proceso penal formal. Se ha establecido un plazo de cuatro meses para estas diligencias adicionales, con la posibilidad de prorrogar la detención si el proceso se extiende más allá del período inicial.

En el caso también está implicado Julio César, otro sospechoso capturado que presuntamente trabajaba en colaboración con Cristóbal Paulino Fernández Viamonte, alias “El Mexicano”, quien utilizaba discotecas como medio para identificar potenciales víctimas.

Las investigaciones han revelado que los secuestradores exigían un rescate superior a 100.000 dólares por la liberación de las jóvenes. Durante el período de cautiverio, los criminales emplearon tácticas intimidatorias, incluyendo mensajes amenazantes: “Lo único que yo necesito es que, por favor, pidas que borren todo reporte, toda foto, todo, todo, todo de ella, hasta que aparezca con vida”, se escuchó en una de las grabaciones interceptadas.

Controversial gestión diplomática

Por otra parte, los familiares han expresado su frustración con la gestión consular colombiana. Jáider Giraldo Soto, hermano de una de las secuestradas, manifestó en entrevista con Blu Radio: “Hace mucho tiempo que las encontraron y hasta ahora no nos llaman, nada; no es una información así como oficial de que ellas vuelven tal día, nada”.

Las críticas se han centrado particularmente en el cónsul colombiano en México, Andrés Hernández, por la aparente falta de comunicación efectiva. Un padre de familia, que prefirió mantener su anonimato, expresó su desconfianza: “Una cosa es lo que él dice, porque hizo un acta, según él, un documento. Pero otra cosa es la que nosotros percibimos frente a nuestras hijas en el momento en que hicieron las llamadas”.