En audiencia preparatoria de juicio, el expresidente Álvaro Uribe Vélez negó categóricamente haber instruido la manipulación de testigos y cuestionó la legalidad de las interceptaciones telefónicas utilizadas en su contra.

Durante su intervención ante la juez 44 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá, Sandra Heredia, Uribe fue enfático: “Yo no mandé a Diego Cadena a buscar testigos falsos o a comprarlos contra el doctor Iván Cepeda. Yo lo mandé, simplemente, como abogado investigador en mi defensa, a verificar las informaciones que a mí me llegaban”.

El abogado defensor Jaime Granados presentó argumentos para excluir las interceptaciones telefónicas:

1. Período cuestionado: del 9 de marzo al 9 de abril de 2018
2. Alegatos de ilegalidad:
   • Ausencia de orden judicial válida
   • Posible falsedad ideológica en documento público

Granados afirmó que “el magistrado Barceló Camacho fue engañado; le dieron esa información falsa que motivó que él diera la orden de interceptar el teléfono que terminó siendo el celular de Álvaro Uribe Vélez”.

La estrategia legal se centra en varios puntos clave como el cuestionamiento de la legalidad de las interceptaciones, el alegato de vulneración de garantías procesales y una solicitud de exclusión de pruebas consideradas ilegales.

Es importante recordar que el expresidente enfrenta cargos por soborno en actuación penal, fraude procesal y soborno a testigos. La audiencia fue suspendida y se reanudará el 16 de octubre a las 8:00 de la mañana, cuando la juez deberá decidir sobre la admisibilidad de las interceptaciones telefónicas y  otras solicitudes probatorias presentadas por la defensa.