El sector energético colombiano lanza una alerta al Gobierno Nacional ante la inminente crisis que se avecina en el suministro de gas natural y electricidad. Según los cálculos de diversos gremios, el país podría enfrentar escasez de gas natural a partir del próximo año, mientras que el déficit eléctrico se proyecta para 2026.

Los representantes de la industria energética han identificado una serie de medidas cruciales para prevenir el desabastecimiento. Entre las acciones propuestas destacan la reducción de la incertidumbre generada por anuncios y proyectos normativos, el acompañamiento gubernamental en el desarrollo de proyectos y la implementación de nuevas subastas de expansión para cubrir el posible déficit de energía firme.

Asimismo, los gremios sugieren la realización de subastas y mecanismos de contratación a largo plazo, el impulso de diversas tecnologías energéticas y un seguimiento riguroso a la operación de plantas térmicas y su logística de combustible. También recomiendan revisar las exportaciones de energía a Ecuador y fomentar campañas de ahorro y eficiencia energética.

En cuanto al gas natural, las asociaciones del sector proponen flexibilizar temporalmente la comercialización, definir lineamientos para la importación de gas destinado a la demanda esencial e industrial, y acelerar el desarrollo de hallazgos de gas tanto en tierra como costa afuera.

Los gremios firmantes de estas recomendaciones incluyen a Andesco, Andeg, Acolgen, Asocodis, Naturgas, Ser Colombia, Asoenergía, la Cámara de Grandes Consumidores de Energía y Gas de la Andi, y la ACP. Estas organizaciones expresan su preocupación por proyectos como la Resolución CREG 701 065 de 2024, advirtiendo que podría afectar la confiabilidad del sistema y desalentar nuevas inversiones en un momento crítico.

La industria energética hace un llamado urgente al Gobierno para implementar estas medidas y así garantizar la sostenibilidad y confiabilidad del servicio energético en Colombia. El desafío ahora recae en las autoridades para actuar con celeridad y evitar una crisis que podría impactar significativamente la economía y el bienestar de los colombianos.