Óscar Alejandro García Trujillo, personero de Tuluá, Valle del Cauca, salió ileso de un ataque armado perpetrado en la noche del viernes 20 de septiembre. El incidente ocurrió en el sector conocido como Paso Malo, en la vía hacia el corregimiento de La Marina, cuando hombres armados dispararon contra el vehículo en el que se transportaba el funcionario.

Gracias a la rápida reacción del esquema de seguridad de García Trujillo, el atentado fue frustrado. Sin embargo, este hecho ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los funcionarios públicos en la región, especialmente considerando los recientes asesinatos de dos concejales de Tuluá en los primeros meses de 2024.

La Federación Nacional de Personerías de Colombia había advertido días antes sobre una campaña de desprestigio en redes sociales contra García Trujillo, que buscaba deslegitimar su honra y reputación. Este ataque físico parece ser una escalada en las amenazas contra el personero.

Preocupa la respuesta de las autoridades tras el incidente. Según la Personería de Tuluá, la Policía desarmó al escolta asignado por trámites legales y se negó a conducir al funcionario a un lugar seguro, poniendo en riesgo su integridad.

Este atentado se suma a una serie de hechos violentos que han sacudido a Tuluá en los últimos meses. Los asesinatos de los concejales Eliecid Ávila y Carlos Arturo Londoño, así como el de la líder social Clarivet Ocampo, han sido atribuidos a la banda criminal “La Inmaculada”. Recientemente, las autoridades anunciaron la captura de 17 miembros de esta organización, incluyendo a alias Diana, presunta coordinadora de los sicarios responsables de estos crímenes.

El contexto de estos ataques incluye denuncias del personero García Trujillo sobre irregularidades en la administración municipal, como el cierre de la oficina de la Personería en la Alcaldía para instalar una cafetería gestionada por allegados a un funcionario cercano al alcalde Gustavo Vélez Román.