Escalada de violencia en Chocó: Clan del Golfo somete a mujeres embera a actos de intimidación

Por: Elizabeth Montoya

12 septiembre, 2024

Organizaciones feministas y de derechos humanos han denunciado graves abusos contra mujeres de la comunidad indígena embera por parte del Clan del Golfo en un incidente ocurrido el pasado 11 de septiembre.

Según los informes, miembros del grupo armado irrumpieron en una comunidad embera, obligando a las mujeres a bailar como acto de intimidación. En medio del caos, cinco jóvenes entre 14 y 19 años fueron retenidas: Merina Forastero Isarama, Yamilda Forastero Isarama, Enerita Forastero, Clara Chamorro Morroco y Yorleydi Chamorro Morroco. Su paradero actual se desconoce, generando gran preocupación por su seguridad.

Este hecho no es aislado, sino parte de una escalada de violencia que azota la región. En lo que va de 2024, se han registrado 108 homicidios atribuidos a bandas delincuenciales y al Clan del Golfo. La situación ha llegado a tal punto que el alcalde de Quibdó, Rafael Bolaños Pino, se ha visto obligado a trasladarse a Bogotá para exigir atención del Gobierno central.

La Defensoría del Pueblo ha emitido múltiples alertas sobre la vulnerabilidad de las mujeres en Chocó. Tras visitas a diversas comunidades en mayo, la entidad reveló un patrón de abusos que incluye extorsión, acoso sexual y ultrajes. Las víctimas han expresado desesperación, llegando incluso a considerar el suicidio ante la degradación constante.

Frente a esta crisis, las organizaciones exigen medidas inmediatas:

  1. Reactivación de acuerdos humanitarios y cese al fuego.
  2. Establecimiento de mesas de diálogo entre actores armados y el Gobierno.
  3. Respeto al Derecho Internacional Humanitario, con énfasis en la protección de mujeres y niñas.
  4. Declarar al Chocó como prioridad en la política contra la violencia de género.
  5. Crear un canal de diálogo directo entre el Gobierno y colectivos de mujeres en los procesos de negociación.

Los jóvenes de Quibdó también se han manifestado, reclamando su derecho a un futuro sin violencia. Su lema “No somos la generación del futuro” refleja la frustración de una región históricamente marginada. Las organizaciones feministas insisten en que la “Paz Total” debe ser el horizonte, buscando una solución integral que garantice una vida digna para toda la población civil en Chocó.