Nuevo atentado del ELN contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas en Boyacá
Por: Maria José Salcedo
4 septiembre, 2024
Un nuevo atentado contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los principales conductos de transporte de crudo en Colombia, fue perpetrado en la tarde-noche de este martes en la vereda La Cañaguata, ubicada en el departamento de Boyacá. El ataque fue atribuido a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), según informaron fuentes oficiales.
Este es el segundo ataque contra esta infraestructura en menos de una semana. El anterior ocurrió en el municipio de Saravena, departamento de Arauca, también atribuido al ELN. La repetición de estos atentados ha generado preocupación entre las autoridades y la población local debido a las posibles consecuencias sobre el suministro de energía y los daños ambientales que estos ataques conllevan.
Ecopetrol, la empresa estatal que opera el oleoducto, ya había alertado semanas atrás sobre el riesgo de desabastecimiento de gas en varias regiones del país, incluyendo los departamentos de Santander, Boyacá y Arauca, como resultado de los ataques anteriores. El oleoducto Caño Limón-Coveñas es crucial para el transporte de petróleo desde los campos en Arauca hasta el puerto de Coveñas, en la costa Caribe, y su interrupción afecta directamente la producción y distribución de energía.
Tras el ataque, la Fiscalía General de la Nación, a través de la fiscal Luz Adriana Camargo, anunció la apertura de una investigación contra el ELN por los delitos de terrorismo y daño ambiental, específicamente en la región de Arauca. Esta zona ha sido escenario de múltiples ataques desde que finalizó el cese al fuego entre el Gobierno y la guerrilla, aumentando la tensión y la inseguridad en la región.
El general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército, calificó estos ataques como parte de una “campaña terrorista” del ELN contra la infraestructura energética del país. El alto mando militar aseguró que la Fuerza Pública continúa las operaciones para dar con los cabecillas responsables, particularmente aquellos pertenecientes al frente Domingo Laín, uno de los grupos más activos y peligrosos de esta guerrilla.
Los atentados contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas no solo representan una amenaza para el suministro de energía, sino que también generan graves daños ambientales. Los derrames de crudo resultantes de las explosiones contaminan ríos y suelos, afectando a las comunidades locales y a la biodiversidad de las regiones afectadas.
Además, estos ataques intensifican la situación de inseguridad en las zonas rurales de Colombia, donde las comunidades se ven atrapadas en medio del conflicto armado, con consecuencias devastadoras para su calidad de vida y desarrollo económico.