El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) validó ayer los resultados de las elecciones presidenciales del mes pasado, lo que ha generado una fuerte reacción en la comunidad internacional. El presidente chileno, Gabriel Boric, fue uno de los primeros en reaccionar, calificando el veredicto como un “fraude” que consolida una “dictadura” en el país.

Boric, quien ha sido un crítico abierto del gobierno de Nicolás Maduro, expresó su solidaridad con el pueblo venezolano y reiteró que Chile no reconoce el resultado de las elecciones. “No hay duda que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones, reprime al que piensa distinto y es indiferente ante el exilio más grande del mundo solo comparable con el de Siria producto de una guerra”, dijo el mandatario chileno.

La Misión de la ONU para Venezuela también cuestionó la decisión del TSJ, denunciando falta de “imparcialidad” en la decisión del órgano judicial y del Consejo Nacional Electoral (CNE). La ONU considera que ambas instituciones “han desempeñado un papel dentro de la maquinaria represiva del Estado”.

El opositor venezolano, Edmundo González, también se pronunció en contra de la decisión del TSJ, argumentando que “la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo” y que los órganos del Estado deben estar sometidos a la voluntad popular.

La Corte Suprema de Venezuela, en su fallo, sostuvo que los resultados de las elecciones están respaldados por las actas de escrutinio y los registros de las bases de datos de los centros nacionales de totalización. Sin embargo, la comunidad internacional sigue cuestionando la legitimidad del proceso electoral en Venezuela.

Con información de lafm