La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado un informe que expone significativas disparidades salariales entre sus países miembros, colocando a Colombia en una posición desventajosa en comparación con naciones de Europa y América del Norte.

Según el informe, Luxemburgo lidera la lista con un salario promedio anual de USD 85,526 ajustados por paridad de poder adquisitivo (PPP). Esto equivale a unos $342 millones de pesos colombianos, o aproximadamente $27 millones mensuales. Otros países en la cima del ranking incluyen Islandia, con un salario anual de USD 81,378, y Suiza, con USD 79,203. Estados Unidos ocupa el cuarto lugar con USD 77,225, mientras que Bélgica y Austria cierran los primeros seis puestos con USD 69,873 y USD 67,431, respectivamente.

La realidad salarial

En contraste, Colombia presenta un panorama preocupante. Con un salario mínimo mensual de $1,300,000, el ingreso anual en Colombia apenas alcanza los USD 3,900, una cifra drásticamente inferior a la de otros países de la OCDE. Este salario coloca al país en una situación de clara desventaja en comparación con las naciones de la organización, reflejando profundas desigualdades económicas.

El informe de la OCDE señala que estas disparidades salariales se deben a varios factores, incluyendo la demanda de mano de obra, la productividad y los costos de vida en cada país. Además, elementos como la inflación y las tasas de interés también influyen significativamente en los niveles salariales. Estos factores son cruciales para comprender la calidad de vida y las condiciones económicas en los diferentes países miembros de la OCDE.

El mercado laboral colombiano

Un análisis reciente realizado por el Observatorio Fiscal y Laboral de la Universidad Javeriana, titulado “10 años de mercado laboral en Colombia (2013-2023)”, complementa el informe de la OCDE al destacar una preocupante tendencia: la capacidad adquisitiva de los trabajadores colombianos ha disminuido en la última década. A pesar de los esfuerzos por aumentar la formalidad laboral, los salarios promedio, tanto en el sector formal como en el informal, han experimentado una caída.

Factores como la alta inflación, la volatilidad del dólar y las elevadas tasas de interés han erosionado aún más el poder adquisitivo de los colombianos. La pandemia de COVID-19 también exacerbó estos problemas, aumentando la inestabilidad laboral y el desempleo, lo que a su vez incrementó la informalidad y redujo las oportunidades de empleo formal en el país.

Mientras algunos países de la OCDE muestran salarios elevados y economías robustas, Colombia enfrenta serios desafíos en su mercado laboral. La baja remuneración y la disminución de la capacidad adquisitiva reflejan las dificultades económicas que enfrentan los trabajadores colombianos. Este contraste subraya la necesidad de políticas económicas más efectivas que puedan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y reducir la brecha salarial entre Colombia y otras naciones de la OCDE.