Científicos israelíes descubren mecanismo clave en la lucha contra el cáncer

Por: Elizabeth Montoya

7 agosto, 2024

Un equipo de investigadores del prestigioso Instituto Weizmann de Ciencias en Israel ha realizado un descubrimiento revolucionario que podría cambiar el panorama en la lucha contra el cáncer. El estudio, publicado en la revista Molecular Cell, revela un mecanismo celular fundamental que podría ser utilizado para combatir proteínas tumorales de manera más efectiva.

La Dra. Rina Rosenzweig, líder del equipo de investigación, explica: “A diferencia del resto de ‘chaperonas’, DNAJA2 se une a p53 cuando está casi completamente plegado. Resulta que es capaz de identificar proteínas en las que la estructura tridimensional apenas ha comenzado a desintegrarse, mucho antes de que se expongan áreas internas completas”.

El hallazgo se centra en las proteínas “chaperonas”, específicamente en una llamada DNAJA2, que pertenece a la familia de proteínas de dominio J (JDP). Estas moléculas juegan un papel crucial en el plegamiento correcto de otras proteínas, incluyendo la p53, conocida como la “guardiana del genoma” por su capacidad para inhibir el crecimiento canceroso.

Utilizando tecnología de resonancia magnética nuclear (RMN) de vanguardia, los científicos lograron observar la interacción entre DNAJA2 y la proteína p53 a nivel atómico. Descubrieron que ciertas secciones de DNAJA2, llamadas horquillas β, se unen a áreas específicas de la p53, estabilizándola y permitiéndole reconstruir sus enlaces de hidrógeno.

“Dado que la actividad de la ‘horquilla’ está tan concentrada, parece que deberíamos ser capaces de desarrollar tratamientos contra el cáncer apuntando a regiones específicas en ‘chaperonas’ específicas, sin causar un daño significativo al funcionamiento de las células del cuerpo”, afirma Rosenzweig.

Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para el desarrollo de terapias oncológicas más precisas y efectivas. Al dirigirse a regiones específicas de las chaperonas como DNAJA2, los investigadores creen que podrían reducir su apoyo a las proteínas cancerosas sin afectar significativamente otras funciones celulares vitales.

El estudio contó con la colaboración de científicos del Centro Alemán de Investigación del Cáncer (DKFZ) en Heidelberg y la Universidad de Leiden, demostrando el alcance internacional de esta investigación pionera.