Un juzgado de garantías envió a prisión, como medida de aseguramiento, a cuatro importantes cabecillas del autodenominado Estado Mayor Central (EMC) detenidos en el noreste antioqueño en un operativo conjunto realizado por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), la Policía y el Ejército, mientras se movilizaban en vehículos blindados pertenecientes a la Unidad Nacional de Protección (UNP).

Tras evaluar las pruebas presentadas por una fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales, se decidió que, mientras sus procesos judiciales avanzan, permanecerán recluidos en centros penitenciarios, pense a que ninguno de los capturados aceptó los cargos imputados. Durante el operativo, las autoridades incautaron  en los vehículos oficiales dos pistolas nueve milímetros, diecisiete cartuchos, una picadura de fusil, un chaleco balístico y material de intendencia, además de decomisar una suma considerable de dinero en efectivo: 233 millones de pesos colombianos y 8.200 dólares estadounidenses.

Entre los capturados se encuentran Édgar de Jesús Orrego Arango, alias ‘Firu’, y Wenser Yosony Duque, alias ‘Oliver González’, presuntos líderes de los frentes 36 y Raúl Reyes del EMC, respectivamente. Estas estructuras, comandadas por ‘Calarcá’, actualmente participan en diálogos de paz con el Gobierno nacional.

María Alejandra Ojeda Londoño y Ómar Delgado Novoa, alias ‘Hermes Boyaco’, también fueron aprehendidos durante la operación. Este último intentó evadir su captura presentando una identidad falsa, pero fue identificado como Diego Armando Betancourt Cuartas tras un cotejo dactiloscópico.

La Fiscalía vincula a alias ‘Firu’ con varios hechos delictivos graves. “Tenemos información que lo relaciona con la orden de asesinar a un hombre en Campamento, Antioquia, y de perpetrar una masacre que cobró la vida de cuatro personas”, declaró el ente investigador. También se le atribuye la responsabilidad de un ataque con granadas.

Por su parte, ‘Hermes Boyaco’ enfrenta cargos por múltiples delitos como concierto para delinquir, homicidio, tentativa de homicidio y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego, todos en carácter agravado. Además, se le atribuye la responsabilidad de veinte homicidios en zonas rurales de La Macarena y La Uribe, en el departamento del Meta.