En medio de una creciente tensión política en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha lanzado duras acusaciones contra los líderes de la oposición, culpándolos por la ola de protestas que ha sacudido al país tras las controvertidas elecciones presidenciales.

Desde el balcón del Palacio de Miraflores en Caracas, Maduro arremetió contra Edmundo González Urrutia, candidato presidencial de la oposición mayoritaria, señalándolo como responsable directo de las muertes y la violencia desatada en las manifestaciones. “Lo hago responsable, señor González Urrutia, de todo lo que está sucediendo en Venezuela, de la violencia criminal, de los heridos, fallecidos, de la destrucción”, declaró el mandatario.

En un tono desafiante, Maduro se dirigió a González Urrutia: “Al cobarde de González Urrutia, el nuevo Guaidó, señor cobarde, no se meta con la mujer humilde en su casa y su familia. Señor cobarde, venga por mí, aquí lo espero en Miraflores”.

La líder opositora María Corina Machado tampoco escapó de las acusaciones de Maduro, quien la tildó de “terrorista” y advirtió que “la hora de la ley y la justicia ha llegado para que haya paz en Venezuela”.

Como respuesta a las protestas, el presidente venezolano ordenó a las Fuerzas Armadas y cuerpos policiales “desarrollar un plan de patrullaje y protección de calles y avenidas” para actuar contra los manifestantes. Maduro aseguró que una “banda armada hasta los dientes” ha estado detrás de los actos vandálicos, justificando así la intervención militar.

Mientras tanto, la oposición continúa cuestionando los resultados electorales. Ocho de los diez candidatos presidenciales han exigido al Consejo Nacional Electoral (CNE) la publicación completa de los resultados, argumentando que la proclamación de Maduro como ganador se realizó cuando aún faltaba por contabilizar el 20% de las actas de escrutinio, lo que representa más de 2 millones de votos.