Una embarcación que transportaba a más de 80 migrantes haitianos con destino a las Islas Turcas y Caicos se incendió frente a Cabo Haitiano, en el norte de Haití, causando la muerte de al menos 40 personas y dejando a varias más heridas. El suceso ocurrió el pasado miércoles, cuando la embarcación había partido de Labadee en un trayecto de 250 kilómetros.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que al menos 41 migrantes fueron rescatados con vida por los guardacostas haitianos y actualmente reciben atención médica, alimentos, agua y apoyo psicosocial. Entre ellos, 11 personas fueron trasladadas a un hospital cercano para recibir tratamiento por quemaduras.

La situación socioeconómica de Haití es crítica, lo que lleva a muchos haitianos a intentar emigrar de manera irregular. La falta de oportunidades económicas, el colapso del sistema sanitario, el cierre de escuelas y la ausencia de perspectivas están llevando a muchas personas a ver en la emigración la única forma de sobrevivir.

“Este devastador suceso pone de relieve los riesgos a los que se enfrentan los niños, mujeres y hombres que emigran a través de canales irregulares, demostrando la necesidad crucial de contar con rutas migratorias seguras y legales”, declaró Grégoire Goodstein, jefe de Misión de la OIM en Haití.

La OIM destaca que la migración regular es un viaje extremadamente difícil de contemplar para la mayoría de los haitianos, por lo que muchos consideran estos viajes clandestinos como su única opción, “una opción particularmente peligrosa para la vida en la mayoría de los casos”.

Desde el 29 de febrero, los guardacostas haitianos del norte han observado un aumento del número de intentos y salidas en barco. Los guardacostas de países de la región, entre ellos Estados Unidos, Bahamas, las Islas Turcas y Caicos y Jamaica, también han informado de un número creciente de embarcaciones procedentes de Haití.

Con información de EFE