La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ha emitido un comunicado oficial en respuesta a las críticas sobre la organización de la final de la Copa América entre Colombia y Argentina, celebrada en el Hard Rock Stadium de Miami. En el documento, la entidad deportiva se deslinda de responsabilidades y apunta directamente a las autoridades del estadio por los problemas de seguridad ocurridos durante el evento.

Según la Conmebol, la gestión de la seguridad estaba bajo la responsabilidad contractual de las autoridades del Hard Rock Stadium. “Las decisiones de seguridad estuvieron bajo las autoridades del Hard Rock Stadium, acorde a las responsabilidades contractuales establecidas para la operación de seguridad”, afirma el comunicado.

La confederación asegura haber realizado recomendaciones específicas para reforzar las medidas de seguridad, las cuales, según su versión, fueron ignoradas. “Además de las disposiciones determinadas en dicho contrato, Conmebol recomendó a dichas autoridades los procedimientos probados en eventos de esta envergadura, los cuales NO fueron tomados en cuenta”, señala el texto.

Esta declaración contrasta con las afirmaciones de la alcaldesa de Miami, Levine Cava, quien previamente había responsabilizado a la Conmebol por los disturbios y el caos en el estadio. “La Copa América es organizada por CONMEBOL y la Policía de Miami-Dade le brinda apoyo”, manifestó Cava.

El incidente más notable ocurrió cuando cientos de aficionados, en su mayoría colombianos, intentaron burlar los controles de seguridad para ingresar al estadio sin boletos o con entradas falsificadas. Como consecuencia, algunos espectadores con boletos legítimos no pudieron acceder al recinto cuando se cerraron las puertas.

La Conmebol lamenta que “la violencia y el desorden hayan opacado la final de la edición 48 del torneo más antiguo de selecciones en el mundo”. Hasta el momento, no se ha publicado un reporte oficial sobre el número de personas detenidas durante los incidentes.